En abril de 2016, Fidel Castro dijo al Partido Comunista: “Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás, a todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan y debemos luchar sin tregua para obtenerlos”. En febrero de 2016, su hermano mayor Ramón había muerto a la edad de 91 años.

Los medios de comunicación y el gobierno de Florida del Sur esperaban que el anuncio de la muerte de Castro provocase el caos debido a las celebraciones y planes de derrocar el régimen. La ciudad de Miami había planeado abrir el Orange Bowl Stadium para las celebraciones; las escuelas tenían pensado terminar antes; los funcionarios de la policía y del gobierno tenían planes de bloqueo de los muelles para evitar que los exiliados cubanos intentaran invadir la isla.

El periódico The Miami Herald había desarrollado un “plan cubano” 20 años antes de la muerte de Castro. Con alrededor 60 páginas, incluiría varios extras de periódicos y reporteros que se unirían a la Guardia Costera de los Estados Unidos mientras el gran número de refugiados volvía a la isla. Los periodistas del periódico tendrían que estar preparados para entrar súbitamente en Cuba; los empleados sabían que la muerte de Castro interrumpiría sus vacaciones. Después de que Raúl Castro se convirtió en el líder del país y la entrada para visitar Cuba se hizo más fácil, tales planes se hicieron menos importantes.

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