El presidente Alberto Fernández anunciará esta tarde el envío al Congreso de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Una promesa de campaña que luego ratificó durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias del 1 de marzo pasado al adelantar que se presentaría “antes de que concluya el período ordinario” de sesiones.

 

De hecho, la semana pasada, la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, había confirmado que el gobierno nacional preparaba el envío de la iniciativa junto al Plan de los 1000 días, una iniciativa que apunta a garantizar la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida.

 

En la Argentina las mujeres se siguen muriendo por abortos mal practicados y muchas más siguen lesionadas de por vida. No he cambiado un ápice. Simplemente postergue el envío de la ley porque la pandemia debía tener toda nuestra atención. Pero la ley la vamos a mandar, por supuesto que sí”, había sostenido días atrás el Presidente en declaraciones televisivas.

 

 

La elección del día del anuncio coincide con la fecha en la que se celebra el Día de la Militancia y no es un hecho casual, sino que tiene que ver con el reclamo de las agrupaciones feministas que incansablemente luchan por la conquista de derechos.

 

De hecho, en las últimas horas, el Presidente agradeció “a todas las militancias que luchan por una sociedad mejor. A la militancia feminista que busca que se reconozcan sus derechos. A la militancia social que lucha por los desposeídos. A la militancia sindical que protege los derechos de los trabajadores”, expresó.

 

 

La iniciativa de interrupción voluntaria del embarazo divide las aguas en el Congreso sin importar la pertenencia política de cada legislador, aunque está claro que el Frente de Todos tiene mayor cantidad de diputados verdes y Juntos por el Cambio de celestes.

Fuentes parlamentarias señalaron que en diputados los números están mas ajustados, pero se impone la postura a favor de la legalización del aborto, con mayor holgura de lo que sucedió en el 2018 cuando que la votación en un final muy parejo salió 129 a 125 votos a favor de la legalización tras un duro debate.

Pero ahora el Gobierno no quiere que se produzcan la situaciones vividas en 2018, cuando se trató la legalización del aborto -aprobada en diputados y rechazada en el Senado- y los legisladores sufrieron escraches por la posición que asumieron respecto a esta iniciativa.

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