Frente a las distintas bases de la organización social Movimiento Evita -conectadas virtualmente desde todas las provincias del país-, el presidente Alberto Fernández participó en el barrio porteño de San Telmo del homenaje a Eva Perón, a 68 años de su fallecimiento.

“Me imagino cómo sería Evita en este tiempo”, pensó el mandatario y afirmó que “fue un ser único. Esos 7 años de vida pública, dejó en el argentino una huella imborrable. Es una mujer única y merece que la recordemos todos los días”, afirmó.

En ese contexto, recordó cuando en 2002 “hicimos el primer acto con Néstor (Kirchner), que fue, precisamente, cuando se conmemoraron 50 años de la muerte de Eva. Y fuimos al estadio Obras y dijimos: ‘¿Cómo se hace para llenar a este estadio?’. Y fue un poco Néstor y un poco Evita los que lo llenaron. Para escucharlo a él por primera vez en un acto multitudinario en Buenos Aires”.

Sostuvo que “cada 26 de julio es un día singular para aquellos que creemos que Evita pasó por esta tierra para darle a la Argentina, la igualdad que no tenía y que aún no tiene” y subrayó que “aquella lucha que emprendió Evita es una lucha que se mantiene hasta el día de hoy. Porque cuando vemos la desigualdad que padecen los que la padecen, sabemos que ese legado que ella nos dejó está pendiente de ser cumplido“.

Destacó el trabajo de los movimientos sociales y señaló que “el compromiso que siempre han tenido los más humildes para con los más humildes es precisamente lo que me da la fuerza necesaria para pensar que nosotros podremos salir de esta injusticia. Si los más humildes tienen la comprensión tan clara de lo que necesita su compañera o compañero, cómo no va a hacer el resto de la sociedad argentina el esfuerzo necesario para salir del estado de postración en el que hoy está“, reflexionó Alberto Fernández.

En ese marco, trazó un paralelismo con aquella idea y la realidad que vive la Argentina en medio del avance del coronavirus. “Estoy convencido de que esta pandemia nos da la oportunidad de hacerlo. Es un tiempo en el que todo está en revisión porque todos los dogmas se cayeron. Tenemos que reescribir otra economía, más justa y debemos hacerlo entre todos. Todos hacemos falta. Todos tenemos un lugar protagónico en el tiempo que se viene. El lugar protagónico es el lugar de seguir luchando para que la Argentina sea un lugar más igualitario”, ponderó.

Por eso, enfatizó que “ese es el verdadero legado que nos dejó Evita: no hacernos los distraídos frente al dolor ajeno. No hacer de cuenta que el dolor no existe y entender que los problemas del otro se convierten en mi problema cuando yo conozco eso” y finalizó: “Los que abrazamos al peronismo, nacimos en la historia para dar cuenta de estar al lado de los que no tienen voz, de los desprotegidos y de los olvidados. Ese legado no podemos olvidarlo. Por eso nacimos”.

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