La caída global de WhatsApp, Facebook e Instagram trajo consecuencias económicas en todo el mundo. Es que muchos comercios, como en el caso de Río Gallegos, utilizan estas plataformas para vender sus productos.

La aplicación de “Pedidos Ya” funcionó sin inconvenientes.

Dos de las cafeterías del centro de la ciudad -Café Martínez y 1888- que implementan delivery y take away sufrieron consecuencias económicas por la caída, fundamentalmente la de WhatsApp.

Una de ellas tuvo una caída del 80% de los pedidos mediante WhatsApp, mientras que la otra fue del 100%, ya que de los 20 a 30 pedidos diarios por esa plataforma, este lunes no tuvo ninguno.

“Afortunadamente estamos trabajando con los chicos de Pedidos Ya, que no tuvieron inconvenientes”, indicó una de las empleadas a La Opinión Austral.

De hecho, a pocos pasos de ese lugar, en La Anónima de calle España, una de las trabajadoras de Pedidos Ya indicó a este medio que la plataforma funcionó de manera normal.

Moma, uno de los comercios que trabaja con delivery.

Otro comercio que trabaja fuertemente con solicitud mediante mensajería es Moma. La encargada, Lilian Hnatiuk, indicó que al ser WhatsApp una aplicación tan fácil de usar para tomar pedidos “es el principal medio que usamos con los clientes, porque además se pueden pasar los pagos de Mercado Pago”, dijo.

“No es la primera vez que se cae y pensamos que sería un rato, como ha pasado en otras ocasiones, por lo que tomamos pedidos por teléfono de línea o Pedidos Ya, pero nunca volvió a funcionar”, sostuvo, agregando que el cliente se adaptó, pero la facturación “se redujo un montón, ya que por teléfonos de línea se comunicaron muy poco”.

Florencia recibe pedidos para delivery en una cafetería local.

“Antes de la pandemia no usábamos delivery y take away; hasta el momento no había sido un mundo en el que habíamos incursionado; arrancamos de cero, al principio con algunos errores, pero con el paso del tiempo fuimos mejorando tratando de dar un servicio excelente, tanto como lo hacemos en persona”, manifestó.

Pero los comercios no fueron los únicos afectados. También los consultorios médicos debieron adaptarse a la jornada. Incluso algunos, como los ubicados en la calle Alcorta al cien, debieron reprogramarlos.

“La mayoría da turnos a un teléfono fijo, pero odontología se maneja por WhatsApp”, alertó una empleada.

Los taxis, a la antigua

No menores fueron los inconvenientes en otros rubros, como el de los taxis. Algunos de ellos se han aggiornado a estos tiempos y tienen hace varios años un número de WhatsApp para que los clientes puedan pedir un vehículo.

Los taxistas “beneficiados” porque los “Uber truchos” no pudieron funcionar.

Juan Ojeda, referente de los taxistas, indicó que la comunicación va evolucionando, pero “gracias a Dios tenemos dos teléfonos fijos”, indicó a LU12 AM680. Sin embargo, dijo que todo lo que fue pedidos por WhatsApp “colapsó”.

“Hay que volver al imán en la heladera”, afirmó el chofer, al tiempo que agregó que “al menos lo que tiene de bueno es que nosotros estamos trabajando un poquito más porque todo lo que es el servicio ilegal no funciona, porque ellos se manejan por WhatsApp”, expresó.

Daniel, operador de la parada de taxis de Don Bosco. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

Sin embargo, mencionó que aquellas paradas que tienen el servicio por mensajería cayeron un 50%. Esto llevó a que muchos clientes se tuvieran que ir a pie a la parada como se hacía años atrás, e incluso hubo algunos que pidieron el taxi en plena calle.

Juan Ojeda, referente de taxistas.

“Los que tenemos más experiencia tenemos otros métodos para conseguir los clientes, antes no existía nada de todo esto y trabajábamos igual”, reflexionó.

“Crea mucha ansiedad”

Carlos Talay, profesor de la UNPA y parte del Grupo de Investigación en Seguridad Informática, se refirió a la caída masiva de WhatsApp, Facebook e Instagram, lo cual generó innumerables inconvenientes en los usuarios de estas redes sociales.

“Como toda opinión, va a ser parcial, porque además aún no conocemos las razones de la caída de estas redes”, comenzó explicando el licenciado a La Opinión Austral.

Respecto a las consecuencias que trae en la gente, sostuvo: “Más allá del problema en sí, crea mucha ansiedad, hay personas que han focalizado o internalizado tanto este tema de la comunicación a través de las redes que, al no tenerlo, es como si fuera una droga: al quitártela te genera ansiedad”, dijo respecto a un trastorno muy de esta época.

Más allá del problema en sí, crea mucha ansiedad

Luego manifestó que -incluso- la reacción de los mercados da una pauta de esa ansiedad de no saber lo que está pasando. “Todos estos sitios son un gran negocio donde se canalizan publicidades, las pérdidas van a ser millonarias”, anticipó.

Asimismo, el especialista en informática diferenció la caída del sistema de una falla de seguridad.

“Corren por cuentas separadas, una cosa es la caída del sistema y otra la vulnerabilidad. Hay que esperar a ver qué paso, si es que fue un ataque de un hacker o simplemente una falla masiva, porque estos sistemas tienen una centralización de datos que puede haber causado un efecto dominó” y agregó: “Por el momento lo separaría, una cosa no implica la otra”.

No obstante, manifestó que la explicación que haga la compañía de lo que pueda haber ocurrido hay que tomarla con pinzas, porque “no van a decir nada que los perjudique porque sería como pegarse un tiro en el pie y mañana las acciones van a valer tres pesos con cincuenta”, aseguró.

 

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