La Cruz Roja Argentina, asociación civil, humanitaria y de carácter voluntario que en el país cuenta con más de 150.000 voluntarios, está celebrando hoy su aniversario 141 en medio de una pandemia que, según advirtió su presidente, Diego Tipping, el año pasado, es “el mayor desafío en la historia de la organización”.

En nuestro país Cruz Roja tiene 66 filiales y cuenta con un número superior a las 50 mil personas capacitadas en primeros auxilios por año. Presente en 193 países, cada vez que hay una emergencia, sus voluntarios trabajan en situaciones de adversidad y en conjunto con las políticas que desde los estados se propician para atenuar el impacto de situaciones complejas como la que hoy atravesamos.

 

“Hemos tratado de cumplir con las metas fijadas para con las personas más vulnerables”, señalaron desde la filial de Río Galleegos

En ese sentido, desde la declaración de la pandemia, el Sistema Global de Respuesta de la Cruz Roja en el mundo ha sido activado bajo todos sus protocolos de atención de desastres. En Argentina, el Consejo de Gobierno de Cruz Roja declaró formalmente la categoría de Emergencia 3, máximo nivel de emergencia según su Plan de Respuesta a Emergencias.

Asimismo, se dispuso que la coordinación de la emergencia sea llevada desde una Célula de Crisis, liderada por la Secretaría General de la Organización e integrada por diversos directores nacionales de la Cruz Roja; desde allí se opera 24 horas diarias y se brinda respuesta a las diversas situaciones.

 

La filial Río Gallegos

En diálogo con La Opinión Austral, el titular de la Cruz Roja Filial Río Gallegos, Paulo Velázquez, hizo un racconto de las actividades a las que han estado abocados durante la pandemia, pero también hizo mención a los nuevos desafíos que se vienen.

En primer lugar, recordó que el año pasado trabajaron íntegramente en lo que es asistencia. “Hemos tratado de cumplir con las metas fijadas para con las personas más vulnerables. Tratamos que las necesidades básicas en cualquier parte del mundo sean satisfechas. Y en ese aspecto, aquí hicimos mucho para difundir y hacer prevención ante el contagio del virus. También tuvimos participación en la entrega de cajas alimentarias a la comunidad. En lo que es a nivel país, trabajamos mucho con la comunidad Wichi de Salta, proveyendo agua potable y destacando que estamos en una etapa de desarrollo, y finalizando ese trabajo para dar herramientas a esa comunidad y que pueda autogestionarse”.

“Pero a nivel filial -retomó-, logramos brindar nuestra mayor capacidad operativa, sobre todo a los requerimientos del Estado Nacional, Provincial y Municipal. Nos pusimos a disposición con 53 voluntarios, que al principio fueron 20 que hicieron trabajos en el aeropuerto, control de camiones en Chimen Aike y después fuimos a la frontera a cumplir funciones. También estuvimos trabajando con Migraciones e hicimos control de pacientes en aislamiento. A grandes rasgos, hemos hecho alrededor de 36 mil visitas diarias a personas durante este período comprendido entre el 16 de marzo al 17 de diciembre del año pasado. También entregamos alimentos a la comunidad LGTB+ y estuvimos trabajando en la apertura del turismo. Trabajamos en forma conjunta con los boyscouts, repartiendo viandas diariamente, y también nos involucramos en los testeos, los voluntarios han participado en alrededor de 10 mil hisopados”, destacó.

“Logramos un trabajo en red y mancomunado, la comunidad colaboró e intercedimos ante las autoridades para llegar a los barrios mas apartados para que lleguen elementos para calefacción, como maderas y carbón”, repasó.

Paulo Velázquez mencionó que justamente ante esa necesidad palpable a nivel social, surgió una presentación ante autoridades de la Fundación YPF de “un modelo de estufa rusa” que “si nos dan el dinero para poder contar con ellas, servirán para asistir con 400 a la comunidad. Es más, si da resultado podremos expandirlo al resto de la provincia, es algo más que necesario en esta época en la que el frío es un valor agregado a esta enfermedad, no sólo por el Covid”, dijo.

La Cruz Roja está presente en 193 países y en Argentina tiene 66 filiales.

Velázquez no quiso pasar por alto que también producto de la pandemia “fueron capacitados por el Instituto Malbrán varios voluntarios y voluntarias, siendo la efectividad de su trabajo del 75 por ciento, por lo que estamos entre los tres primeros a nivel país. Esto es un ponderamiento del trabajo voluntario que se hace sin ninguna retribución económica”, resaltó.

En cuanto a los desafíos que se vienen, uno de ellos pasa por terminar la planta alta del Centro de Formación y empezar a trabajar para el año que viene contar con la apertura del Centro de Formación y Capacitación en Actividades Paramédicas.

Como corolario, “nos queda agradecer a todos los voluntarios que siguen trabajando incansablemente y a sus familias, que acompañaron esta decisión de estar en el momento más difícil de la pandemia”, enfatizó.

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