Desesperado, pidió una pelota, para emular la panza de embarazada. Como no recibió la asistencia, se puso frente a las cámaras y se besó los dedos: una, dos y tres veces. Un gesto inequívoco, la confirmación de que el tercer hijo en camino de Luis Suárez y su esposa Sofía Balbi llegó con un gol bajo el brazo: el que el punta le marcó a Arabia Saudita para la victoria 1-0 de Uruguay.

Balbi publicó dos fotos antes del partido en su cuenta de Instagram: fotos de sus dos hijos, Delfina y Benjamín, con la casaca de Uruguay y sus nombres en el dorsal. Antonela Roccuzzo, esposa de Lionel Messi y amiga de los Suárez, se conmovió ante el posteo y respondió: “Hermosos, los extraño”.

La historia de amor entre Lucho y Sofía data de la época en la que eran adolescentes, en Montevideo. Por ella y por el empuje de su hermano Paolo, también futbolista (que había cometido el mismo pecado rectificó “el error de juntarme con gente con la que no me tenía que juntar y de salir por la noche”.

“Me ayudó a corregirme, a darme cuenta quiénes eran mis amigos y quiénes no. La conocí en la edad perfecta”, reconoció Suárez en una entrevista en 2013.

A los 31 años, es una de las estrellas del Barcelona y alcanzó los 100 partidos en su selección. Y fruto de la relación entre ambos  hoy lo alientan Delfina (7 años) y Benjamín (4). Y un tercero que ya sabe lo que significa gritar un gol en un Mundial.

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