“Un hombre falleció tras ser apuñalado”. Así tituló La Opinión Austral su edición del día domingo 1 de marzo de 2015. Fue un fin de semana trágico en la ciudad de Río Turbio, ya que un vecino había sido asesinado a puñaladas por dos personas en el interior de un local nocturno llamado “Oasis”. Además, un amigo de él fue herido de gravedad.

La búsqueda de los agresores fue constante durante días. Incluso meses. El trabajo investigativo de la Policía Provincial y los controles realizados en conjunto con Gendarmería Nacional fueron en vano. Gracias a la ayuda de terceros, los responsables de este violento homicidio pudieron escapar de Santa Cruz.

La víctima fatal fue Ramón Chapa de 40 años y fue herido Antonio Reartes, también con un arma blanca, pero pudo recuperarse de las lesiones.

Los acusados del crimen, Walter Darío Szkarlat (38) y Juan Eduardo Latof (43), trabajaban por ese entonces en la empresa Isolux Corsán, son oriundos de Buenos Aires y hacía poco que estaban en la localidad.

El tiempo fue pasando y nada se sabía de ellos, incluso pese a la recompensa de $ 500 mil para quien pudiera aportar información sobre su paradero que dispuso el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

La causa, instruida por la titular del Juzgado Penal de Río Turbio, Betina Bustos, tuvo importantes novedades en las últimas horas, ya que uno de los sospechosos fue demorado en la ciudad de Rosario, Santa Fe.

Quien cayó fue Latof. Vivía en el barrio Refinería y fue detenido por personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). El prófugo había cambiado su identidad y dijo llamarse Juan Eduardo Navarro. Se espera que en los próximos días sea trasladado a la cuenca para comparecer ante la Justicia.

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