La tartamudez de Francisco Benítez desaparece como por arte de magia cuando canta. Su condición es parte de su personalidad, de su ser. Desde el momento que la asumió y decidió que cantar era su pasión, fue liberando obstáculos en su camino.

El primer desafío era mantenerse tranquilo, respirar, concentrarse y dejar salir esa voz distintiva.

Soledad Pastorutti lo quiso en su equipo y la reacción de todos los coaches, al escucharlo hablar fue la misma: sorpresa.

Dejó atrás a varios talentosos y este miércoles se presentó para la instancia de octavos de final de La Voz Argentina.

Sabía que podía llegar a despedirse de la producción de Telefe como el resto de los participantes.

Esta vez cantó “Hasta que me olvides”, como si fuera fácil olvidarlo.

Le puso actitud a su interpretación para logar este nuevo objetivo: quedar en el team de su artista preferida.

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