El subsecretario de Energía bonaerense, Gastón Ghioni, se refirió al informe que determinó que entre 2016 y el 2019 hubo aumentos injustificados y falta de inversión por parte de las distribuidoras de energía en la provincia de Buenos Aires y afirmó que “si no interviene el Estado, sólo ganan las empresas y pierde la gente”.

El Gobierno de la provincia de Buenos Aires llevó a cabo una Revisión Tarifaria Integral (RTI) en la que detectó que durante los cuatro años en que gobernó María Eugenia Vidal “el modelo de tarifas altas para usuarios no significó una mejora en la calidad de la prestación del servicio”. El informe además demostró que en esos años se autorizaron “aumentos injustificados de las tarifas de energía eléctrica que no fueron acompañados de responsabilidades de inversión por parte de las empresas”.

El relevamiento también evidenció que durante el período 2016-2019, las compañías distribuidoras “aplicaron ajustes tarifarios que, sumados a la fuerte quita de subsidios a nivel nacional, representaron aumentos en las facturas finales de los usuarios que oscilaron en promedio entre 2.000% y 3.500% en apenas tres años”.

Incrementos a favor de las empresas

Gastón Ghioni explicó a Télam que “la primera conclusión es el altísimo nivel de incremento tarifario” y destacó que al indagar sobre los conceptos y factores que definieron la RTI se advirtió que “todos eran siempre en favor de las empresas y nunca de los usuarios”. Cuestionó, en ese sentido, que “ante definiciones tan sensibles no se efectuaron informes técnicos que respalden esos criterios y decisiones”.

Esa falta de inversión quedó reflejada en la mala calidad y confiabilidad del servicio

En el trabajo además se detalló que ese fuerte incremento tarifario “no significó mayores inversiones en la red de distribución ni ejecución de obras en las instalaciones”.

En concreto, a pesar de que el monto reconocido de inversión incluido en las tarifas fue de $12.092 millones, no hubo un cronograma de ejecución de las obras pautadas, ni tampoco procedimientos sancionatorios en caso de incumplimientos. “Esa falta de inversión quedó reflejada en la mala calidad y confiabilidad del servicio que presentó durante los últimos cuatro años numerosos eventos de interrupción del servicio eléctrico”, se apuntó.

Además, se planteó en el relevamiento que “el fuerte aumento de las tarifas y el bajo nivel de inversión y mantenimiento de la red, tuvo como resultado un crecimiento sostenido de las ganancias de las distribuidoras eléctricas”.

Desenmascaramos la idea de que con altas tarifas va a haber inversiones ya que sin un Estado presente, esto no fue así

“El extraordinario crecimiento patrimonial, producto de la RTI, tuvo su correlato en el crecimiento de los resultados: las cuatro empresas distribuidoras aumentaron sus ganancias entre 2015 y 2018, entre 498% y 644%”, se añadió.

Se apuntó que “los mayores resultados, lejos de destinarse a mejoras en la red se vieron reflejados en el crecimiento sustancial de los dividendos distribuidos, los cuales entre 2016 y 2019 acumularon un monto de 309 millones de dólares”.

Si no interviene el Estado sólo ganan las empresas y pierde la gente

Al respecto, Ghioni dijo que “en un momento, la tasa de rentabiidad de las empresas se disparó, pero las inversiones se mantuvieron constantes” e indicó que “la conclusión es que desenmascaramos la idea de que con altas tarifas va a haber inversiones ya que sin un Estado presente, esto no fue así”. “Si no interviene el Estado sólo ganan las empresas y pierde la gente”, planteó el funcionario.

Por otro lado, criticó la falta de control en el período macrista, explicó que el Organismo de Control de la Energía Eléctrica de la provincia de Buenos Aires (Oceba) “estaba vaciado, no hacía inspecciones ni auditorias” y evaluó que “el Estado no reguló ni controló”.

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