El hallazgo se produjo a metros del cementerio “El Salvador” ubicado en el barrio San Martín de Puerto Iguazú. Dentro de un volquete, entre escombros y desechos, vecinos encontraron un féretro vacío y alrededor de él, zapatillas y ropa que habrían pertenecido al difunto.

 

Poco después, ante el reclamo de los vecinos, el administrador de la necrópolis Claudio Konopka sostuvo que no se trataba de un ataúd sino de una estructura metálica. “Son los cajones que están en nichos traen metálica desde el 2016 que estamos sacando todos los días para poder enterrar, siempre los depositamos en los volquetes”.

 

Desde hace años, según esgrimieron, no cuentan con espacio en para inhumar a los fallecidos y es por eso que suelen comunicarse con los familiares para informarles sobre el estado de cada parcela. Al no obtener respuesta, muchos cadáveres no identificados ni reclamados pasan al osario común.

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