Hasta ayer, 79 mujeres fueron víctimas de femicidio en lo que va del año, de los cuales, 44 sucedieron durante la cuarentena. Mujeres que fueron golpeadas, violadas, estranguladas y hasta descuartizadas por sus atacantes, la mayoría conocidos por ellas, esto sin contar los más de 20 travesticidios que se dieron.

 

Entre las víctimas de semejante crueldad está Jesica Minaglia, la docente de Piedra Buena que fue asesinada por su ex pareja, Pablo Núñez, detenido con preventiva en una causa que se resolvió en tiempo récord, con la única calificación posible: femicidio.

 

A cinco años del primer NiUnaMenos podemos decir que el movimiento de mujeres y disidencias logró avances, sobre todo fuerza para interpelar a la sociedad, pero no que exista menos violencia.

 

En su último informe por 2019, la Corte no registra femicidios en Santa Cruz. ¿Y Zulma Malvar?

 

Según el informe que la Corte dio a conocer el lunes, el año pasado 252 mujeres murieron a manos de la violencia machista, una cada 30 horas. Los datos no contemplan femicidios en Santa Cruz, aun cuando lo que pasó con Zulma Malvar, golpeada y ahorcada en su casa de Puerto San Julián, tiene pocas chances de no serlo.

 

“La jurisdicción de Santa Cruz ha realizado el trabajo de revisión de causas judiciales, del cual surgió que no existían casos de femicidio para informar”, se detalla en el informe.

 

El 3 de junio de 2015, cientos de mujeres se sumaron a la marcha para pedir que dejaran de matarnos. En Río Gallegos hacía frío, llovía, pero nadie se fue.

 

Ese año, Santa Cruz tuvo los femicidios de Antonela Jaimes, Rita Bejarano y de Gisele Páez, todas atacadas por sus parejas.

 

La movilización surgió porque el 10 de mayo habían encontrado el cuerpo de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada por su novio, cuando supo que estaba embarazada.

 

Más tarde, la discusión fue el Presupuesto para combatir la violencia contra las mujeres, pero también era claro que la Ley para erradicarla no tenía aplicación real en las provincias.

 

En 2018, tuvo que haber otra muerte que pudo prevenirse, para que discutiéramos que quienes están en el Estado para que las leyes no sean letra muerta, debían tener noción de lo que significa la violencia de género. Entonces, Micaela García dio nombre a la ley que a la que adhirió -no sin resistencias- el país entero.

 

Del total de femicidios registrados en lo que va del año, 44 sucedieron durante la cuarentena

 

A eso sobrevino la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, con movilizaciones masivas y por primera vez un Congreso discutiendo un proyecto de ley que se cayó en Senadores.

 

En el ínterin, esta enorme marea de avances y retrocesos se encontró con un brote de conservadurismo alentado por un gobierno de derecha como fue el de Mauricio Macri, provocando que aquello que dábamos por sentado, como fue la conquista por la educación sexual integral (ESI) se pusiera nuevamente en discusión.

 

Además, en estos años, se logró un hecho inédito para el colectivo LGBTQ+ con el fallo por el asesinato de Amancay Diana Sacayán, como crimen de odio.

 

Fue con esa antesala, que Santa Cruz condenó el año pasado a perpetua a los asesinos de Marcela Chocobar, la joven trans de 26 años cuyo cuerpo nunca apareció.

 

Esta fecha nos encuentra en medio de una pandemia de COVID-19, con medidas de distanciamiento social que no permiten marchas masivas. Sin embargo, son muchas las discusiones que este escenario de crisis sanitaria sacó a relucir.

 

En nuestro país, sólo cuatro de cada diez varones colaboran con las tareas domésticas, las políticas de cuidado siguen estando sobre los hombros de las mujeres que tienen el mayor índice de informalidad y por lo tanto, muchas perdieron sus empleos.

 

Seguimos ganando menos que los varones, una de cada cinco menores de 29 años no consigue trabajo y según un estudio de Economía Feminista, el setenta por ciento de las que no trabajan ni estudian son víctimas de la pobreza sexista.

 

En el contexto de esta pandemia, que según algunas organizaciones mostró un recrudecimiento, aunque todo parece indicar que en realidad se mantiene, las dos Oficinas de Violencia Doméstica (O.V.D.) que tiene Santa Cruz, en Caleta Olivia y Río Gallegos, las Cámaras Civiles fijaron una prórroga automática de las medidas de protección como perimetrales, prohibiciones de acercamiento, etc. Entre el 19 de marzo al 13 de mayo se tomaron 95 denuncias en la ciudad de El Gorosito y en 107 casos de violencia intrafamiliar en la capital.

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