Desde hace al menos quince días no se sabía nada de ella. Pasó de la completa exposición al silencio sin siquiera publicar un sólo posteo en sus redes sociales oficiales, actividad a la que sus seguidores estaban acostumbrados desde hacía tiempo.

 

 

La actriz y cantante, autora del éxito “La cobra”, desapareció casi en el mismo momento en el que se mudó a Banfield, a la casa de su ex pareja y padre de su hijo, Daniel Osvaldo. Desde entonces, tras la lluvia de lapidarias críticas de sus seguidores quienes la cuestionaron por la decisión tras exhibirse como una mujer empoderada, se alejó de los medios.

 

 

 

El 14 de julio, Jimena Barón pegó nuevamente el portazo y abandonó el domicilio del futbolista. Fue en ese mismo momento en que ambos dejaron de publicar fotos e historias en Instagram. La preocupación por el silencio creció aún más, cuando se conoció que el delantero había sido despedido del club, luego de ausentarse sin aviso durante al menos dos semanas.

 

 

 

Por primera vez en un mes, la artista volvió a hablar públicamente. Un periodista la encontró en la calle y le preguntó a qué se debía su alejamiento. “Estoy bien, no se preocupen. Ningún problema familiar, por suerte”. ¿Y Osvaldo?, retrucó el comunicador. “Nada para decir, está todo bien. No tengo idea, no hablé nada con él. A veces es lo que arman, pero por suerte no hay ningún lío”.

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