La bombera que amamantó a su bebé en medio del combate al voraz incendio en el autódromo de Las Termas de Río Hondo, explicó que alimentó al niño en esas condiciones ante la cantidad de horas que demandó controlar el siniestro, manifestó que no esperaba que el hecho tuviera tanta repercusión y destacó que es “normal” llevar a los hijos al cuartel.

 

 

“Nunca pensé que la foto iba a estar en todos lados, no esperaba esta repercusión”, dijo la oficial María de los Ángeles Lizárraga, bombera voluntaria de Las Termas de Río Hondo y madre de Marina Luciana, de 6 años, y de Gonzalo Benjamín, de casi 2 meses.

 

 

Lizárraga relató que ese viernes cuando les avisaron sobre el incendio, todos los bomberos se convocaron en el cuartel, que ya “habían ido varias dotaciones” al lugar del siniestro, pero ante la gravedad de la situación “se necesitaba más personal”.

 

 

“Mis jefes me dijeron ‘cambiate y vení’. Yo estaba en el cuartel con Benjamín y mi compañera, que me dijo: ‘quédate tranquila yo me quedo con él’. Hasta el último minuto le di la teta y me fui al autódromo, cuando llegamos vimos que era muy grande el incendio y se iba a tardar muchas horas, por lo que inmediatamente comencé a trabajar esa noche”, contó a Télam.

 

 

La bombero añadió: “Cerca de las 2 de la mañana me llama mi compañera avisando que mi bebé lloraba y entonces le dije si se animaba a traerlo y ella no dudó”.

 

 

“Cuando lo trajo me senté en una ambulancia a darle de mamar por unos 20 minutos más o menos, porque él sólo toma teta, es así que se durmió y yo seguí trabajando junto a mis compañeros y compañeras”, explicó.

 

 

Lizárraga volvió alrededor de las 6 del sábado al cuartel, donde estaba su bebé.

 

 

“Para nosotros es algo normal llevar nuestros hijos al cuartel, porque es un ambiente familiar, somos una familia y hay muchas bomberas que son madres y muchas veces ante la urgencia de un incendio no tenemos dónde dejarlos y siempre preferimos llevarlo al cuartel que dejarlos en la casa”.

 

 

“Lizárraga no es la única bombera mujer; son 17 en el cuartel de Las Termas. “Somos la mitad mujeres y la otra mitad varones” y “para nosotros como mujeres es hermoso compartir con nuestros hijos y familia nuestra vocación de servicio y a la vez ser madres”, resaltó.

 

 

“Mientras haya posibilidades, creo que no se tiene que postergar la vocación que tengamos, lo que nos guste, nuestra pasión con el rol de ser madres, nosotras las mujeres podemos compartir las dos cosas”, concluyó.

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