Monzón sostuvo que “se paró un poco la incertidumbre en Avellaneda (Santa Fe), que venía no sólo desde diciembre con la cesación de pago, sino desde hace más de dos años, cuando Vicentin cerró dos procesos productivos y los llevó a San Lorenzo”.

En diálogo con la radio online FutuRöck, el representante gremial dijo que los dueños de Vicentin “hicieron algo similar en los ’90, cuando dejaron a 1200 trabajadores afuera, y ahora la solución que dio el Gobierno, la ayuda, la intervención, fue una esperanza que le dio a los trabajadores a futuro, porque la empresa nunca dio un panorama de cómo iba a ser”.

“Nosotros veníamos audiencia tras audiencia porque, además, ellos tenían una deuda que iba de 100 mil a 120 mil pesos por cada trabajador“, explicó Monzón, quien aseveró que Vicentin tiene “casi 3.000 trabajadores”.

“Acá nunca se paró ni se mermó la producción, y desde que salió la noticia de la intervención siempre nos consultaban a los compañeros del sindicato cómo veíamos esto, porque la palabra ‘estatización’ siempre da miedo”, dijo el trabajador.

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