En el cierre del ciclo virtual “Exportar Cultura”, el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, sostuvo que el crecimiento exponencial de la virtualidad “produjo una transformación de todas las industrias culturales” así como también “una nueva oportunidad” para todos aquellos trabajadores y gestores del sector.

 

 

Junto al presidente ejecutivo de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, Juan Usandivaras, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge NemeLucrecia Cardoso, de la secretaria de Desarrollo Cultural, Bauer y el canciller Felipe Solá participaron del último encuentro de la iniciativa “Exportar Cultura”, que durante meses reunió a personalidades de distintos sectores para compartir un espacio de reflexión, de capacitación y de intercambio de experiencias en el proceso de internacionalización de bienes y servicios vinculados a la cultura.

 

 

En los encuentros, que se venían realizando desde el 30 de abril de forma virtual, participaron referentes de las artes visuales, el diseño de indumentaria, la industria editorial, la música, los videojuegos y el diseño gráfico, con el fin de compartir sus diversos recorridos en el camino hacia la exportación y reflexionar sobre los desafíos que presenta este momento de pandemia.

 

 

En su alocución, Bauer destacó la celeridad del trabajo realizado para “abordar las industrias culturales desde una perspectiva para las exportaciones” en un momento donde la virtualidad tomó un protagonismo fundamental, sobre todo por la utilización de las redes sociales, y “en un año muy complejo para la humanidad toda y para las industriales culturales del planeta”.

 

 

Este crecimiento exponencial de los espacios virtuales “produjo una transformación de todas las Industrias Culturales, una modificación en la cadena de valores, una necesidad de legislar de otra manera, pero fundamentalmente una nueva oportunidad para los nuevos desarrolladores y para todos aquellos que participamos de estas industrias”, expusó Bauer.

 

 

“El desafío es exportar cultura, es difícil pero podemos hacerlo; tenemos talento, la obligación de difundirlo y el gusto de hacerlo”, resaltó el ministro, quien también estuvo acompañado en el encuentro por el director de Asuntos Culturales de la Cancillería, Juan Falú.

 

Destacó el trabajo conjunto que se viene realizando entre ambas carteras para impulsar las industrias culturales argentinas en el exterior. “Sabemos la extraordinaria capacidad de producción que tiene nuestro país: la calidad del cine y de las distintas industrias audiovisuales, la producción de videojuegos y las industrias tradicionales.Las oportunidades que nos brinda el mundo son inmensas”, aseguró.

 

 

Por su parte, el canciller Felipe Solá señaló que “Argentina tiene que buscar especializarse en exportar productos de alto precio, o del mayor precio posible”. Además resaltó dos virtudes de las industrias culturales, una “tienen un precio por encima de la suma de su costos en muchos casos” y además “tienen algo fundamental para un país: la exportación de la identidad del país, la argentinidad se conoce en el mundo más por sus libros, por Borges o por Cortázar, por su música o por lo cotidiano del cine”, dijo y citando a Jorge Romero Brest sostuvo que “el verdadero arte es desocultar el ser” y esa es la intención de exportar cultura al mundo.

 

 

Solá destacó “el nivel de identidad que exporta el arte, tanto la música, las artes plásticas, la literatura como el cine, que cada vez tiene más centralidad en lo cotidiano, y cada vez es mayor la industria que mueve a su alrededor”.

 

Afectado por la pandemia

Por su parte, Lucrecia Cardoso resaltó que el sector de la producción cultural fue “el más afectado en su cadena de valor por la pandemia”. “Fuimos los primeros en irnos y los últimos en volver, pero la pandemia no nos cambió los objetivos. Nos reordenó las prioridades, pero el objetivo sin dudas es que nuestras industrias culturales son parte de la solución a problemas estructurales de la Argentina, son la posibilidad de diversificar la matriz productiva, de ser parte de la solución a la restricción externa, por su gran potencial internacionalizador y exportador”, sintetizó.

 

 

A su turno, Usandivaras, de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional. informó que desde el inicio del ciclo, además de las 30 capacitaciones que se han llevado a cabo con más de 6700 participantes de todo el país, “la agencia continuó trabajando en promoción comercial, y en la actividad cultural se realizaron diez ferias internacionales, llevamos al exterior a 300 empresas culturales argentinas y se vio inmediatamente cómo los servicios basados en el conocimiento, lo audiovisual y los videojuegos fueron los sectores que más rápido reaccionaron”.

 

 

Por último, Juan Falú subrayó la importancia de “poner en valor la cultura nacional como un bien histórico y actual, pero un bien nacional en el sentido cabal de la expresión. Hay una preocupación para poner en valor las culturas de las diferentes regiones de nuestro país. Tenemos que, además de mostrarnos como nos vienen viendo, empezar a poner el acento en mostrar lo que aún no se ha visto, esa Argentina entrañable, autóctona, criolla y europea, y llena de inmigrantes de hoy que son protagonistas de una nueva identidad”.

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