Poco después de las seis de la mañana, a penas abrieron las puertas de la Casa Rosada para habilitar el último adiós a Diego Armando Maradona en el salón de los Pueblos Originarios, un grupo de hinchas comenzó a empujar en las filas y los vallados cedieron ante la presión de la masa.

FOTO: Maximiliano Luna

Casi de inmediato, los efectivos que formaban parte del mega operativo para recibir a la multitud en el velorio respondieron a los inadaptados y la situación fue controlada en pocos minutos.

FOTO: Maximiliano Luna

Sin embargo, la tranquilidad no duró mucho. Poco después, otros fanáticos ejercieron presión en las colas y nuevamente se generaron disturbios que esta vez terminaron con botellazos y golpes. Incluso, algunos de los asistentes aseguraron que la Policía respondió con gas pimienta.

Del operativo policial forman parte Gendarmería Nacional, Policía Federal y Policía de la Ciudad, según informaron desde el ministerio de Seguridad de Nación. En las zonas aledañas a la Casa Rosada colocaron puestos sanitarios.

Leé más notas de La Opinión Austral