Una mujer residente en la ciudad santafesina de Esperanza (30 años), se convirtió en la segunda persona en el mundo, en el que su propio sistema inmunológico podría haberla curado del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) sin la ayuda de tratamientos anti-virales o un trasplante de médula ósea.

La mujer en diálogo con la NBC News dijo “disfruto de estar saludable”, quien habló bajo condición de anonimato debido al estigma asociado con el virus: “Tengo una familia sana. No tengo que medicarme y vivo como si nada hubiera pasado. Esto ya es un privilegio”.

“Esto es realmente un milagro del sistema inmunológico humano que lo hizo”, dijo el doctor Xu Yu, inmunólogo viral del Instituto Ragon en Boston (EE.UU.).  Quien lideró, en asociación con la doctora Natalia Laufer, científica médica del Instituto INBIRS en Buenos Aires, la búsqueda exhaustiva de cualquier rastro del virus en el cuerpo de la mujer, a quien le fue diagnosticado el VIH por primera vez en 2013.

Natalia Laufer, la científica argentina que estudia el caso (Twitter).

Los científicos buscaron intensamente cualquier signo de VIH en 1.200 millones de células sanguíneas, a la vez que registraron 500 millones de células de tejido placentario después de que la mujer diera a luz a un bebé VIH negativo en marzo de 2020, pero no encontraron ningún rastro del virus.

Una luz de esperanza para el VIH

Este lunes en la revista Annals of Internal Medicine, los coautores del estudio, señalaron que el caso de esta paciente podría traer esperanza a los 38 millones de personas que se estima que están contagiadas con el virus a nivel mundial, ya que existe la posibilidad de que más personas puedan eliminar de forma natural la infección, a la vez que podría servir de gran ayuda para el campo de investigación.

Los expertos señalaron que el VIH es extraordinariamente difícil de erradicar del cuerpo porque infecta ciertas células inmunitarias de larga duración capaces pasar períodos prolongados en estado de reposo.

En ese sentido, se mantiene el ADN viral, conocido como provirus, que está codificado en esas células bajo el radar del tratamiento antirretroviral estándar, que solo puede atacar al virus en las células infectadas cuando están produciendo activamente nuevas copias del VIH.

“El estudio establece el estándar para demostrar que la paciente de Esperanza no tiene ADN provírico competente para la replicación dentro de sus células”, comunicó Carl Dieffenbach, director de la División de Sida del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, una división de los Institutos Nacionales de Salud.

“Cuantos más pacientes como estos descubramos y trabajemos con ellos, más completa será nuestra comprensión de cómo es un paciente curado”, explicó Dieffenbach.

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