Conocedor de las propuestas que se manejan en el ambiente tuerca, Carlos Zapico compartió en su red social algunas novedades.

 

Viendo que en varios sectores del automovilismo argentino se trabaja con la idea de observar y opinar de cómo puede ser el reinicio del automovilismo deportivo, existe una serie de elucubraciones e incluso planteos que se hacen los presidentes de las categorías nacionales: “Se me ocurre pensar cómo hacer para tener un reinicio moderado en nuestro medio”.

Septiembre

Si bien no hay fecha cierta y la del mes de mayo quedó en el olvido, septiembre es la más lógica para retornar a la actividad, habría dos posibilidades que serían: correr fechas dobles, o bien otra que sería alargar el campeonato corriendo enero y febrero del año entrante.

 

“Esto sería, a mi entender, lo más saludable, porque las fechas dobles ya sabemos que son más costosas”, aseguró, “provocan mucho desgaste e involucran mucho tiempo real, toda vez que ocupan más espacio de tiempo, y en esto que sería el retorno a una moderada normalidad, complicaría las cosas”.

 

Si los astros de alinean y dan luz verde para el reinicio del calendario: “Habría que tomar resguardos como correr sin público, con tres/cuatro personas por auto incluido el piloto, todo el que transite boxes con barbijo, y otras yerbas similares para preservar un normal retorno a la actividad, correr solamente el domingo, clasificar por sorteo o por ranking (quizás sorteo sea lo más equitativo), y otras medidas por el estilo para dar tranquilidad y seguridad a quienes participan del espectáculo”, comentó el colega.

Se viene Mariano

Mientras todo sigue pendiente de resoluciones nacionales, los talleres no cesan su trabajo en la puesta a punto o acondicionamiento de las unidades e incluso se maneja la posibilidad de inclusión de pilotos.

 

“Luego de un estudio de la situación, finalmente Félix “Garrafa” Ríquez resolvió comenzar a trabajar en la puesta en escena del Fiat Punto para el Turismo Pista Santacruceño, el que será conducido por su hijo Mariano”.

 

La vuelta al circuito deberá seguir esperando. FOTO ARCHIVO

Una decisión que no cuesta tanto tomar considerando que el jovencito, que tiene una dilatada actuación en el karting local: “Ya se subió al Ford Escort en las pruebas comunitarias marcando buenos tiempos” destacó Zapico, “será el responsable de llevar adelante el auto que pone al Fiat Punto como debutante en la especialidad, siendo el primer modelo en aparecer”.

 

La familia Ríquez tiene mucho que aportar y según le confiaron a Carlos Zapico, hay negociaciones en marcha: “El VW Gol que condujera Lucas Ríquez y que es nada menos que el auto campeón 2016 de la categoría, pasará a manos de Armando Guardia en Río Turbio (sin motor ni caja ni suspensión y otras yerbas), por lo que el “nuevo” Ríquez vendrá con nuevo modelo.

 

Por otra parte Garrafa tiene aún el Ford Escort que le dio grandes satisfacciones y seguro le costará bastante desprenderse de esa unidad, la que también está en venta” acotó.

Volver a empezar

La carrera de marzo causó gran dolor de cabeza al equipo de Fernández: “Sin lugar a dudas que después de un palo respetable donde el auto hay que tirarlo, o por lo menos la carrocería, uno piensa seriamente en ver qué es lo que va a hacer en el futuro”.

 

No es el caso de Horacio Fernández, porque a poco más de dos meses de su espectacular golpe y con el 1300 destruido, compró otra carrocería, la desarmó entera y armó otra unidad que fue puesta sobre sus cuatro ruedas con motor y caja y lista”. La pasión por los fierros sólo la comprenden quienes nacen con esta condición.

Toda la pila

El afán por preparar el auto es tal que, aunque quede inutilizable, se vuelve a comenzar de cero si es necesario. Se planifica, se hacen cuentas, se invierte y comienza la tarea de armar sin importar el tiempo que demande aunque, si es ya, mejor.

 

Esta es una situación que comparten todos, en mayor o menor medida, con dinero o generándolo.

 

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