Se llama Leandro Fernández y le dicen “Poroto”. Después de consagrarse campeón en la Fórmula Santacruceña, recaló en la Monomarca 1.300cc, demostrando desde su debut su capacidad conductiva.

En la temporada pasada la definición del título fue un mano a mano con Esteban Rogel, donde por pocos puntos el 1 quedó en manos del piloto de Piedra Buena, por lo que este año el objetivo claro del equipo es pelear el campeonato.

El “Niño”, así apodado por los chicos del taller, se encuentra listo y revisado, con más ganas que nunca hace meses. En la unidad se revisó todo y banquearon el auto después de la primera fecha, que no fue una de las mejores en cuanto a resultados, pero sirvió para sumar puntos en el campeonato, objetivo principal del equipo, que sin dudas se quedó con ganas de ganarla y la sensación de que se estuvo tan cerca.

En la apertura del certamen se cortó una buena racha de 9 fechas sumando bien y con buenos resultados en las series, lo que lo obligó a largar último y en la final el auto volvió a mostrar su buen rendimiento, algo que le permitió avanzar varios lugares y sumar algunos puntos.

El piloto manifestó: “Estamos muy contentos con el rendimiento del auto, que siempre está firme gracias a los misiles que me da mi viejo, la tapa de Sergio, los amortiguadores que nos hace el Galle, la ayuda de Jorge cuando tenemos dudas y el trabajo, ganas y horas que le ponen al auto muchas personas”. El equipo F&V Competición espera la vuelta de la actividad para poner en pista los tres 128: el de Poroto, el de Horacio y el de Hugo Palacio.

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