En Puerto San Julián, tierra de aventureros y descubridores, Samuel Rey transita por el camino de otra conquista: con los guantes puestos y vestido de boxeador.

El profesional nacido en Viedma, con 3 peleas profesionales (1 ganada y 2 perdidas), entiende que la distancia es un obstáculo, pero nada imposible de superar. “Hay que ser ejemplo para los chicos amateurs.

Si bien uno puede decaer, hay que pensar siempre en la familia y en que no se muera el sueño que me llevó a hacerme profesional”.

Apoyo

“Vivir en el sur cuesta mucho, es difícil conseguir peleas. Las 3 que hice no fueron nada fáciles, contra rivales duros y con buenos récords”, asume el ex futbolista y ahora también instructor en la Escuela de Boxeo.

“Me manejo con Candy Uribe, quien se encarga de conseguirme peleas y armar festivales en el sur, además de ser un gran amigo”.

Indicó que entrena en forma solitaria y por el momento cuenta con algunos auspiciantes, pero con todo el apoyo familiar: “Mi familia es mi motor de cada día”. Y describe la energía que le transmiten sus hijos Eluney Priscila (8) y Mateo Alí (1 año y 10 meses) y su esposa Silvana.

A remar

El trabajo diario no lo asusta: “Uno siempre está buscando algún que otro trabajito para llevar la cena a casa. Nosotros cooperamos todos y hacemos comida para vender”.

Reconoce que: “Cuesta por ahí tener lo necesario para comer bien por el peso, las vitaminas y demás, pero ahí viene el papel del sacrificio. Pasé peores, es una cuestión psicológica: si uno es fuerte de mente, nada te para”.

Recuerda su infancia de boxeo televisado y su inclinación hacia el fútbol, donde se destacan sus hermanos Franco y Michel.

El “Samurai” comenzó a boxear a los 16 bajo la influencia de su tío Gustavo Antenao, quien vio frustrada su carrera boxística a raíz de un accidente. “Mi primera pelea fue en Las Grutas, Río Negro, y la gané por puntos lejos. Después peleé con chicos más grandes que yo y llegué a tener más de 20. Por razones de trabajo, me fui de Viedma, donde nací y me crié. Vine a Santa Cruz para trabajar en una empresa en 28 de Noviembre, pero siempre siguiendo con el boxeo”.

El debut

Debutó fue en 2018, ganándole por puntos a Michel Cabral. Perdió sus dos combates de 2019, ante Oscar Ezequiel Mansilla en Los Antiguos y en Río Gallegos ante Dorian Maidana.

Se siente “local” en San Julián, un público de buen paladar boxístico que aprecia su entrega y dedicación. “Sólo siendo distinto se llega a ser un boxeador vistoso y que guste. La gente que me vio boxear sabe a qué me refiero. Me gusta hacer errar golpes y tener movilidad, pero también entrar en zona de guerra. Prefieren el espectáculo a ver dos personas golpearse”.

Objetivos

Finalmente, Samuel Rey se traza objetivos de vida ligados a su destino de ring. “Yo me conformo con que mi familia tenga una casa digna. También sería feliz viendo a mi mamá con la suya en Viedma porque vive en una casa rústica. De chico soñaba con salir del país y, despierto, solía decirme: Voy a llegar, voy a llegar”, finalizó. (Fuente: Piñas del Sur)

Leé más notas de La Opinión Austral