La jueza Marta Yáñez confirmó  esta novedad durante un cuarto intermedio de otra prolongada audiencia testimonial que se realizó ayer en Caleta Olivia, esta vez con la presencia de un excomandante del mismo submarino, el capitán de navío Eduardo Irigoyen, habiéndose suspendido la prevista con otro oficial naval que también lo comandó, Ernesto Blanco, el cual no pudo arribar por problemas de salud.

Respecto de la comisión que asesora al titular de la cartera de Defensa, Oscar Aguad, uno de sus componentes, Jorge Bergallo, es padre de uno de los 44 tripulantes que están considerados fallecidos, el capitán de corbeta Jorge Ignacio Bergallo.

Esta será la primera vez que investigadores de un área (en este caso de Defensa) tengan que presentarse ante otro ámbito de investigación por el mismo caso, el Juzgado Federal de Caleta Olivia.

La magistrada caletense les pedirá a los citados expertos que expliquen, entre otras cosas, cómo llegaron a la conclusión de que los tripulantes del San Juan agudizaron varias horas, teniendo en cuenta que con antelación la Armada había comunicado a través de su vocero que se presumía que los submarinistas perecieron de manera instantánea por la explosión del navío.

Por otro lado, Yáñez hizo saber que ella estaba dispuesta a dialogar con integrantes de otra comisión que también busca conocer la verdad de lo sucedido al ARA San Juan, la Bicameral del Congreso de la Nación.

Incluso reveló que hace varios días el senador chubutese Alfredo González Luenzo la había contactado telefónicamente y que ella lo invitó a dialogar, acordando mutuamente la fecha del miércoles 4 de abril, pero el legislador no se hizo presente en Caleta Olivia.

PRUEBA DE INMERSION Y RADIOBALIZA

Respecto de la declaración testimonial que brindó ayer el capitán de navío Eduardo Irigoyen, que realizó misiones a bordo del mismo submarino en 2015 como un integrante más de la tripulación y en 2016 como comandante, se destacan dos aportes de relevancia que hizo en esta compleja causa.

En principio indicó que en una travesía realizada en el último año mencionado, el ARA San Juan fue sometido a una prueba de inmersión a 200 metros de profundidad que fue exitosa y que si bien se detectaron algunas fallas durante algunas misiones, las mismas no implicaron situaciones de peligro.

Por otra parte, aseguró de manera terminante que la radiobaliza que se halló flotando en al mar (en la zona donde presumiblemente desapareció submarino) no se corresponde con las que llevaba el San Juan, al menos la que poseía hasta que él fue su comandante.

Sus declaraciones fueron tomadas con cautela por los tres abogados querellantes que representan a las familias de los submarinistas desaparecidos, Valeria Carreras, Lorena Arias y Luis Tagliapietra.

Éste último dijo: “nosotros queremos que la Armada nos corrobore a qué nave corresponde esa radiobaliza hallada ocho días después de la desaparición del submarino y que nos muestre una imagen de la misma porque bien podría ser una boya de investigación científica, como incluso especuló el capitán Irigoyen en su declaración”. (Fuente: El Patagónico)

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