Uno de los crímenes más aberrantes que se registraron en lo que va del siglo en Comodoro Rivadavia, derivó en un procedimiento que, en horas del miércoles, hizo la Policía Federal en Caleta Olivia.

Es el caso de Jorge “Tony” Castillo un hombre que, en 2002, asesinó de una manera inimaginable a un docente de la ciudad chubutense y que, con extrema frialdad, escapó hasta la localidad de El Gorosito.

Castillo había sido condenado a 19 años de prisión por degollar a Néstor Herrera, un profesor que tenía una activa vida sindical y que había sido encontrado por sus familiares muerte en la Torre 4. De allí el apodo que terminó ganando “Tony” como era conocido en Caleta.

El hecho, con ribetes “pasionales” tal como lo expresó la defensa de Castillo el año siguiente durante el juicio, se registró en el complejo de edificios y, según las pericias realizadas en su momento, “Tony” atacó por detrás a Herrera, para luego alejarse del lugar llevándose prendas de vestir y otros elementos de valor, a bordo del auto de la víctima.

Castillo había nacido en Esquel pero, en un momento de su vida, decidió echar raíces en Santa Cruz. En Caleta era conocido por ser panadero. Incluso en Comodoro también lo conocían por andar siempre con Herrera. Aunque había sospechas que serían pareja, el docente se refería a “Tony” como su “tío”, tal como indicaron algunos testigos durante la investigación.

Tras escapar en el auto de la víctima, Castillo terminó en Caleta Olivia. Cinco días después del crimen, la Policía de Chubut golpearía su puerta. En el interior de la vivienda encontraron desde el arma homicida hasta las pertenencias del docente.

Un año después del hecho, los jueces María Gerzicich de Scapellato, María Elena Nieva de Pettinari y Luis Daniel María Pintos de la Cámara Primera en los Criminal, condenaron a Castillo por “homicidio simple, en concurso real con hurto agravado por el uso de la llave verdadera sustraída y por ser del automotor en la modalidad de delito continuado” a 19 años de prisión.

El panadero estuvo detenido algunos años en Chubut hasta que, en 2015, fue trasladado a la Unidad Penitenciaria N°9 de Neuquén. Con varios años de pena purgados y, en medio de la pandemia con reclamos de internos por el hacinamiento, Castillo logró tener el beneficio de salidas transitorias en el 2020.

El regimen impuesto al homicida indicaba que, todas las noches debía retornar a la prisión y ponerse a derecho si no quería volver a estar tras las rejas hasta el cumplimiento efectivo de la condena. Aunque en un principio cumplió, luego dejó de hacerlo. Primero fue declarado en rebeldía, el tiempo pasó y la Justicia ordenó su captura.

El juez Martín Cosmaro fue quien firmó la orden y las autoridades de las fuerzas federales comenzaron las averiguaciones para encontrar a Castillo. Los lugares donde podría esconderse eran cuatro: Neuquén donde estaba detenido; Esquel, donde tenía familiares; Comodoro, ciudad en la que tenía conocidos o Caleta, donde había elegido echar raíces.

Efectivamente se encontraba viviendo, desde un tiempo indeterminado en la periferia de la ciudad de El Gorosito.

El Personal de Brigada de División Unidad Operativa Federal Caleta Olivia de la Policía Federal había encontrado a un hombre que reunía las características de Castillo pero no podían ratificar que se trataba de él, estaba viviendo en una morada ubicada en Nehuén al 3000, en la zona de chacras.

En horas de la tarde del miércoles, los agentes de la Federal nuevamente golpearon la puerta de la casa de “Tony” y se lo llevaron detenido. Fuentes policiales consultadas indicaron que no opuso resistencia al arresto y fue trasladado a la delegación local de la fuerza a la espera de nuevas directivas por parte de la Justicia chubutense.

Una comisión trasladará al condenado a Comodoro para que se presente ante la Justicia y se le realice un nuevo procesamiento en su contra. Cabe remarcar que el artículo 280 del Código Penal establece una pena que va de un mes a un año de prisión para quien “hallándose legalmente detenido se evadiere por medio de violencia en las personas o fuerza en las cosas”.

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