Desde los primeros días de julio el Gobierno Provincial profundizó las medidas de control en los ingresos en la Zona Norte de la provincia y también en la capital santacruceña.

 

 

Particularmente en Ramón Santos, tuvo lugar el pasado sábado un acontecimiento muy llamativo que requirió de la intervención de la Justicia Federal en virtud de demorarse a una familia intentando ingresar a Caleta Olivia evadiendo el pertinente retén.

 

 

 

La subsecretaria de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, María Sanz, contó en declaraciones a La Opinión Zona Norte cómo una pareja de la comunidad zíngara y sus cinco hijos se escondieron en un vehículo que iba a bordo de una grúa para ocultarse de las autoridades e intentar ingresar ilegalmente a la ciudad de El Gorosito.
Consultada sobre cómo se trabaja en este contexto de pandemia y sobre los detalles de este hecho, la funcionaria remarcó que están “acostumbrados” a llevar a cabo la labor bajo presión. “Es arduo”, simplificó.

 

 

 

En ese sentido, precisó que en la jornada del sábado se encontraron con esta grúa que transportaba un vehículo. “El personal detectó rara la situación del rodado”, dijo al señalar que a partir de allí se pudo descubrir que iba “un matrimonio de la comunidad gitana con tres nenes pequeños, y el chofer de la grúa”.

 

 

 

“Hubo que bajarlos a todos”, remarcó subrayando que se inició una causa federal y al momento de secuestrar la grúa, la sorpresa fue mayor ya que en la cabina se hallaron a dos menores de edad más, que estaban escondiéndose.

 

 

 

 

“No nos deja de sorprender, todos los días sucede algo diferente…” apuntó Sanz al comentar que “la familia tiene domicilio en Caleta Olivia” y que “la Justicia ya los ha procesado por el intento de evadir el control y se dio intervención a la Secretaría de Niñez de la provincia y después cada Centro de Operaciones de Emergencias (COE) decide si acepta o no recibirlos”.

 

 

 

 

“Están en cuarentena en su vivienda y fijaron domicilio”, cerró.
Es de remarcar que en los operativos desplegados día a día en Ramón Santos participan la Agencia de Seguridad Vial, la Subsecretaría de Protección Civil, la Dirección General de Policía Caminera y la Dirección General Regional Zona Norte de la Policía de Santa Cruz.

“Todos desolados”

Sanz rememoró el caso de la familia gitana como el día previo al fallecimiento del comisario inspector Félix Inostroza. Recordó el hecho con profundo pesar, remarcando que la situación los dejó “a todos desolados”.

 

 

 

 

“Él estaba trabajando en la ruta, atendiendo los requerimientos de un camionero, ayudando a hacer permisos y se desvaneció. Pueden decir lo que quieran, pero nuestro compañero comisario inspector Felix Inostroza se encontró con la muerte mientras trataba de evitar que cualquier otra persona sufriera la muerte por Covid-19”.
Contó además que por cercanía se llamó a Rada Tilly, pero que la ambulancia “tardó mucho en llegar”. “Hicimos todo lo posible para su reanimación y no se pudo…”.

 

 

 

 

 

La congoja es mucha. Inostroza era muy querido en la fuerza. Poseía una larga trayectoria que lo llevó a ser el jefe de todas las unidades operativas de la provincia (Chimen Aike, Güer Aike, La Esperanza, Bajo Caracoles, Ramón Santos, Julia Dofour, entre otras).

 

 

 

“El trabajo se sigue haciendo y va a continuar así, de la misma manera, siempre con muchas ganas y con corazón como digo, ahora con mucho más corazón…”, aseguró Sanz, tras el fallecimiento de uno de sus compañeros en los controles en la ruta.

 

 

 

Por último, resumió que trabajar en Ramón Santos es como hacerlo “en una frontera, con gente que quiere ingresar a la provincia sin permiso y autorizaciones, de las maneras más increíbles que se puedan ocurrir”.

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