Una curiosa resolución de la Justicia Federal se dio a conocer cuando el juez Mario Reynaldi dispuso que una mujer oriunda de República Dominicana tuviera una pena en libertad, pese a que las pruebas que había en su contra eran concluyentes.

El caso tiene como condenada a “Lady” Cepeda, una caribeña de 41 años de edad que vive en Caleta Olivia, madre de trillizos, a quien en mayo de 2017 la Policía le encontró varios envoltorios de cocaína fraccionados y un poco de marihuana. Según indica el fallo al que tuvo acceso La Opinión Austral, la droga estaba dentro de la cartera de la mujer y escondida en su corpiño.

Todo había comenzado el año anterior, cuando la Fiscalía de Instrucción había recibido una denuncia anónima en la que un vecino expuso que en el barrio Gregores de la ciudad de Caleta Olivia había movimientos raros y se estaría vendiendo droga con la modalidad de “pasamanos”.

El caso tenía como señalado a un tal Medina, un hombre que ya había sido investigado en el pasado, pero nunca se había llegado a nada. Por orden de la Justicia, las primeras averiguaciones estuvieron a cargo de la Policía Provincial, pero luego, por cuestiones de seguridad, pasaron a manos de la Policía Federal.

En un momento de la investigación, la Justicia dispuso que se le pincharan los teléfonos a Medina para saber quién era su proveedor. Ahí es cuando aparece en la causa “Lady” Cepeda, la mujer que ayer fue condenada por el Tribunal Federal.

Como “Lady” también es adicta a las drogas, ordenaron un tratamiento

 

Las escuchas daban cuenta de que algo raro se traía entre manos “Lady” con Medina. Según el fallo, existe un audio en el que el hombre le dice: “Eh amiga, 10 para más rato… ahí hablamos, avísame”, algo que dejaría claro que hablaban en una jerga especial para no ser detectados. Incluso las escuchas dan cuenta los puntos de encuentro en los que se reunían para juntarse e intercambiar.

En mayo de 2017, finalmente cayó “Lady” Cepeda. La Justicia ordenó un allanamiento en su casa y en una peluquería clandestina de la calle Cabo Blanco que ella frecuentaba. Además de los veinte gramos que le encontraron en la cartera y en el corpiño, le secuestraron unos 20 mil pesos y dos celulares. Los teléfonos luego fueron peritados y se pudo acreditar que Cepeda vendía droga.

Las pruebas

Aunque la tenencia de las drogas estaba acreditada, restaba saber si las mismas eran comercializadas. Luego de los peritajes realizados en los teléfonos, hubo pruebas para determinar que “Lady” sí las vendía.

“¿Tenés algo? Decime así no te sigo molestando… el domingo necesito en cantidad”, decía un mensaje. Otro narraba: “Haceme precio por tres G para mi negra, no voy a ganarle nada amiga”, indicaba otro. Todos los SMS que intercambiaban daban por acreditado el delito.

Los mensajes dejaron en evidencia a Cepeda cuando ella contestaba y decía dónde iba a estar. “Hola, cómo anda, sí estoy en la peluquería del tres, pasando el tanque”, haciendo clara referencia a que iba a estar en la peluquería de la calle Cabo Blanco, lugar donde haría el intercambio de drogas por dinero. En ese caso, la clienta le había dicho: “Ya paso, amiga. Amiga, tengo para 20, guárdemelo, capaz sean 30”, había respondido la otra mujer.

El debate

Para la Fiscalía, los mensajes solamente son pruebas indicativas, es decir, nunca se pudo demostrar que “Lady” intercambiara droga por dinero. Es decir, faltó la prueba fáctica: una foto o un video de ella vendiendo. Por ello pidió que la mujer fuera condenada por “tenencia simple de estupefacientes”.

El Tribunal Oral decidió condenar a “Lady” a dos años de prisión en suspenso y, entendiendo además que es una mujer adicta a las drogas, que fuera sometida a un tratamiento especial. La pena en suspenso indica que si Cepeda incumple alguna de las normas, la Justicia puede volver a encarcelarla.

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