A raíz del aumento de casos de COVID-19, desde el Municipio tomaron la decisión de dictar nuevas medidas para prevenir contagios y, en este marco, se suspendieron las ferias barriales e itinerantes en la ciudad.
De esta manera, referentes de la feria La Saladita del barrio Quirno Costa, decidieron concurrir al Municipio y tuvieron una reunión con el secretario coordinador de Gabinete, Gustavo Fita, quien les indicó que las actividades no podrán desarrollarse.
Ruth Torres, referente de la feria, explicó que “cierra La Saladita por 30 días, en unos 15 días estamos pidiendo una reunión abierta para todos los feriantes para ver como seguimos, porque hay mucha gente que se quedó sin trabajo y, pese a que las ventas eran bajas, al menos algo podían recaudar”.
Sostuvo que “hay muchas familias de bajos recursos quienes van a necesitar ser asistidas, la vez anterior nosotros hicimos el pedido de los bolsones, pero ahora deberán hacerlo desde Desarrollo Humano para ver la necesidad real que tiene cada familia”.
Dijo que “nos hicieron saber el colapso que tienen en terapia intensiva, en el hospital, la poca cantidad de insumos y que hay un solo anestesiólogo en caso de necesitar respiradores, la idea es bajar la curva de contagios”.
Torres manifestó que “la reunión que pedimos en dos semanas es para que los feriantes puedan expresar sus preocupaciones, porque cuando abrimos la feria se respetó todo lo que nos pidieron, teníamos todas las medidas preventivas y los 6 adicionales por día, 12 cada fin de semana a los que les pagábamos casi 39 mil pesos, hubo control de Bromatología y todo lo que nos exigieron”.
Finalmente, la feriante indicó que solamente pueden trabajar por delivery, pero hay personas que no tienen teléfono o que son adultos mayores y no entienden de tecnología.
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