Vóley: un semillero en constante evolución

El profesor Martín Nogueira con las jugadoras albiverdes.

El saque inicial para incorporar al vóley femenino en el albiverde se dio en una charla entre el jugador de Primera Horacio Retamar y el profesor Martín Nogueira. Hubo conversaciones en la comisión directiva y con el entonces director de Deportes, Adrián Barcia.

 

“Arrancamos de cero. No había nada, teníamos 4 o 5 chicas. El primer año costó mucho. Recuerdo haber ido a distintas escuelas, a diferentes lugares a ofrecer la actividad, para que las chicas sepan que el vóley estaba en el club, porque hacía muchos años que no había”, cuenta Nogueira.

 

El vóley femenino albiverde en 2016.

 

“Todo ese 2015 costó hasta poder armar un grupo sólido para recién en el 2016 empezar a competir”, apunta. Comenzaron a participar de la categoría Promocional en la Liga Riogalleguense de la Asociación Sur de Santa Cruz de Voleibol (ASSAVO). “De a poco fue creciendo hasta poder armar cuatro categorías, incluyendo a las más chiquititas: el Mini Vóley, hasta la estructura que tenemos hoy”, marca.

 

En Punta Arenas, Boxing campeón Copa INSAFA 2018.

 

“En 2018  hubo torneo en Inferiores, y salimos campeones” recuerda con orgullo el DT. En los Evita “participamos durante 3 o 4 años. En 2017 logramos ganar la etapa local y por primera vez jugamos un Provincial. En 2018 jugamos en los Provinciales de la FESAVOL, teníamos un plantel bastante amplio para animarnos tanto en Sub 15 como en Sub 17. Es una experiencia muy linda, viajas mucho, te cruzas con chicas que juegan hace mucho tiempo, equipos muy sólidos. Fue fantástico, hizo crecer mucho a las chicas. Después de esas competencias logramos ganar la Liga local”, repasa el profesor.

 

Camada de Mini Vóley en el 2018.

Camadas

Nogueira sostiene que cada camada se ha destacado. “En la primera parte, el Evita que le ganamos en Instancia Local al 17 de Octubre fue muy fuerte porque habíamos jugado un millón de veces contra ellos y habíamos perdido siempre, haber ganado por primera vez una final lo festejamos mucho. Cada viaje que hemos hecho, hemos recorrido casi toda la provincia, siempre deja mucha enseñanza”.

 

Sexteto que obtuvo el primer puesto en la Instancia Local de los Juegos Evita 2018.

 

El año pasado, cuenta “teníamos un muy buen plantel y logramos viajar a Ushuaia contra equipos de la isla que tienen muy buenas Inferiores. Después de este torneo, el equipo hizo un clic muy grande para lograr jugar una segunda mitad de año en un muy buen nivel”.

Luego de un primer año complicado y atravesando este sexto en una pandemia, Nogueira es positivo y apunta: “Hay años buenos, años malos, pero lo importante es que la actividad pueda mantenerse”.

 

Handball: sentir la camiseta en cada jugada

 

Agustina Fernández es una de las jugadoras del equipo de Primera de Handball Femenino del Atlético Boxing Club, pero su vínculo con el Albiverde se inició hace más de 20 años.

Comenzó a jugar al handball cuando tenía 9, después siguió por fuera del club, pero siempre estuvo vinculada al ABC, colaborando desde diferentes áreas. Cuando, en 2012, Celeste Meccia se sumó al Albiverde e impulsó la creación de la Primera, Agustina volvió a jugar en el club después de 7 años.

Para Fernández, haber regresado “es muy especial”. Reconoció que “es complicado mantener una disciplina que no es como el fútbol o el básquet. Hay que difundirla para que se sume gente”, remarcó.

Los viajes

Desde que se reactivó la categoría, “todos los años vamos al torneo de Caleta Olivia que se hace en noviembre. Y hemos jugado Liga Municipal. Nuestro objetivo era volver a participar de un regional. Y el año pasado lo pudimos cumplir. Queríamos que el Boxing volviera y se logró. Más que feliz”.

Con altas y bajas, ya son siete años de handball femenino. Respecto a por qué cree que se mantiene la actividad, Fernández explica que “más de una hace tiempo viene amando y sintiendo los colores del club, queriendo defender a la institución. Cuando en un momento quedamos cinco, seis, ahí es cuando una dice ‘mi compañera siente la camiseta igual que yo’”.

Este año, las albiverdes tenían previsto participar en un torneo que abría el calendario de competencias en marzo en Gobernador Gregores. La pandemia suspendió las competencias y los entrenamientos presenciales, pero no las ganas de seguir en actividad.

Actualmente, se reúnen de manera virtual y entrenan tres veces a la semana, encuentros a los también abren la invitación para otras interesadas.

Del grupo de 17 jugadoras, que dirige Luciano Calbucoy, Agustina destaca lo unido que es. “Entrenamos y una vez al mes nos juntamos a comer, a tomar algo, a tomar unos mates, creo que todo eso hace que hoy en día sigamos juntas. Con los altos y bajos que hay, siempre se sigue”.

 

Básquet: la pasión de las mamis desplegada en la cancha

 

 

En 2013, el básquet masculino regresó al ABC. Tras años de inactividad, fue el resurgimiento del deporte el que abrió la puerta para que detrás llegara el equipo de la rama femenina.

César Almonacid, coordinador de la disciplina, recordó que “el básquet se había perdido, volvió a remontar un poco hace unos seis años y, a raíz de esto, comenzó la convocatoria de los más chiquititos. Una vez que tenés una disciplina activa en un club, se empiezan a sumar, de esa forma se llegó a formar el equipo femenino”.

Con la creación de la Liga Riogalleguense (LiBaR) y la incorporación de las categorías femeninas, el flamante equipo de Mamis tenía la posibilidad de medirse en cancha, fin de semana por medio, y seguir creciendo.

La competencia local, que este año cumple su séptima temporada, les propuso a los equipos mantenerse en actividad y para las mujeres fue un aliciente para su desarrollo deportivo.

En competencias

Pero participan no sólo a nivel local. “Siempre nos están invitando, donde se puede viajar, viajamos. El año pasado el equipo femenino tuvo varios viajes a Piedra Buena, a San Julián”, comenta Almonacid.

Actualmente son alrededor de 20 jugadoras, de entre 30 y 42 años, las que integran el plantel. Y la pasión por el básquet es contagiosa. Varias de ellas comparten el interés con sus hijos, que juegan en el semillero albiverde.

Sobre los logros, el coordinador destacó que “con el equipo femenino se ha jugado muy bien, las Mamis lo han representado muy bien” y siempre fueron candidatas “a llegar a la final o ser campeonas”.

Remarcó que “todo lleva un período que por ahí cuesta”, pero destacó: “El equipo de Mamis ha dejado muy bien representado al básquet. ¡Siempre ha puesto todo!”. Más allá del crecimiento en la cancha y los resultados, Almonacid apunta que es esencial que sigan sumándose jugadoras y así, una vez que el básquet vuelva a las canchas, sean muchas más. “Espero que una vez que pase todo esto, el equipo pueda seguir representando al club de la mejor manera”, anhela.

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