“Queremos estar seguros de ofrecer la oportunidad de que haya espectadores en las gradas, incluyendo visitantes extranjeros”, dijo el director ejecutivo del evento, Toshiro Muto, en una rueda de prensa.

 

La máxima cita deportiva debió ser pospuesta  por la pandemia de coronavirus y se celebrarán entre el 23 de julio y el 8 de agosto de 2021.

 

En ese contexto, Muto dijo que las condiciones definitivas para la presencia de público en las tribunas se decidirán en función de cómo evolucione la pandemia en Japón y en el resto del mundo y de “las restricciones de ingreso al país que las autoridades niponas aplicarán a los visitantes extranjeros”.

El Gobierno de Japón permite actualmente hasta un 50 por ciento de la capacidad de los estadios, aunque se autorizó completar hasta un 80 por ciento en algunos eventos deportivos, a modo de prueba.

En cuanto a los visitantes extranjeros, los organizadores ven “difícil” obligar a todos los que viajen a Japón para los Juegos a cumplir los 14 días de aislamiento que actualmente exigen las autoridades niponas, y en su lugar planean aplicar “un amplio dispositivo de control de sus condiciones de salud”.

Los anfitriones prevén realizar test PCR a los visitantes a su llegada al país y controlar de forma frecuente su temperatura corporal y posible exposición a contagios, entre otras medidas.

Entre ellas está exigir a los espectadores llevar barbijo, monitorizar su estado de salud al acceder a los estadios y “pedirles que no griten o hablen en voz alta”, dijo Muto, quien añadió que los organizadores “estudiarán si estas recomendaciones son efectivas y factibles”.

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