Un aberrante hecho de abuso fue juzgado en la Cámara Oral de Río Gallegos y, posiblemente, debido a la cantidad de agravantes y antecedentes, un hombre podría quedar tras las rejas.

El caso tiene como protagonista imputado a LC, un remisero oriundo de Punta Arenas, pero radicado en El Calafate, de 43 años que se encuentra en libertad, procesado por haber abusado sexualmente de quien era su hijastra durante años.

Tal como informó La Opinión Austral, LC está acusado de someter sexualmente a la nena desde que ella tenía ocho años hasta que cumplió 13. La carátula que el Juzgado de El Calafate había impuesto al remisero era “Abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia y la exhibición de material pornográfico”.

 

Los ataques sexuales tenían lugar en el interior de una vivienda que compartían el trabajador del volante, la madre de la nena y la sobreviviente, en la periferia de la ciudad turística, cuando la mujer no se encontraba ahí.

El caso de por sí es aberrante. Con el fin de no revictimizar a la nena, este diario no ahondará en mayores detalles que dan cuenta de los agravantes. De igual manera, cabe remarcar que -según la acusación fiscal- LC amenazaba a la nena con enviarla a vivir con su abuela a una provincia del norte de la Patagonia si llegaba a contar algo, mientras le mostraba películas pornográficas.

 

Esta causa que pesaba sobre LC no es la única. En un pasado ya fue condenado por el Poder Judicial de la provincia, luego que lo encontraran culpable de abusar de la hermanita de la nena. En esa oportunidad le dieron una pena de tres años, que quedó en suspenso.

 

El hombre ya fue condenado a tres años por haber abusado de otra nena

Increíblemente, LC continúa libre, pero en el futuro próximo podría ser detenido, ya que el Ministerio Público Fiscal encontró suficientes elementos de prueba en el juicio, que finalmente se hizo este miércoles en las instalaciones de la Cámara Oral de Río Gallegos, y pidió una pena que no es excarcelable, ya que supera los tres años.

Tal como lo informó este diario, el juicio contra LC iba a ser el primero tras el parate de un mes de la Cámara, pero tras un planteo realizado por la defensa del remisero, a cargo del Dr. Cardozo -penalista de El Calafate-, fue trasladado al miércoles.

Con el fin de evitar cualquier planteo de nulidad, el tribunal dio lugar al apartamiento de Enrique Arenillas -que estaba subrogando en el juicio-, ya que había tenido intervención durante la instrucción de la causa, en el pasado.

 

Tras el apartamiento de Arenillas, el tribunal fue conformado por Cabral, Lerena y López

 

Por esto, este miércoles el tribunal estuvo conformado por Joaquín Cabral, Diego Lerena y Eduardo López, tal como había pronosticado este diario. LC llegó junto a su abogado y, aunque no hubo querella, frente a ellos estuvo Iván Saldivia como representante del Ministerio Público Fiscal.

La prensa no pudo asistir al debate porque era de índole privada, al tratarse de una causa de abuso y que involucra menores de edad. Fuentes judiciales dieron cuenta de detalles sobre el desarrollo del mismo, de los pedidos de pena y alegatos de ambas partes intervinientes.

Según pudo saber La Opinión Austral, tras la lectura de la acusación fiscal y de la presentación del acusado, el tribunal invitó a LC a sentarse en el banquillo de los acusados para hacer su descargo, pero, por recomendación de su abogado, usó su derecho de mantener silencio.

Por esto, no se pudo realizar un juicio abreviado y comenzar a dar sus declaraciones los testigos, indicaron fuentes abocadas al caso.

En el debate, la sobreviviente del caso dio una declaración sobre los hechos que la tuvieron como víctima, ubicando en tiempo y espacio los abusos que sufrió; además declararon su madre y un familiar que, casualmente, se encuentran viviendo en la provincia del norte de la Patagonia adonde LC amenazaba con enviar a la joven, hoy mayor de edad.

 

La sobreviviente pudo ubicar en tiempo y espacio los abusos que sufrió cuando era niña

Además, quienes dieron sus testimonios fueron los profesionales del Cuerpo Médico Forense que trabajaron durante la instrucción. Todas las pruebas valoradas durante el juicio fueron fundamentales para que la Fiscalía diera su alegato y pedido de sentencia contra LC.

Saldivia entendió que el delito estaba lo suficientemente acreditado y mantuvo los agravantes contra el remisero, por lo que pidió la pena de 12 años de prisión efectiva. Por otro lado, Cardozo pidió la absolución de su cliente.

La sentencia contra el trabajador se dará a conocer en el mediodía del próximo miércoles. El antecedente de la condena por abuso podría jugarle en contra y ser detenido en el momento.

 

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