“Estamos comprometidos con las áreas que operamos”, señala la carta de presentación de la Compañía General de Combustible (CGC) haciendo foco en la Responsabilidad Social Empresaria.

La educación -entre oros aspectos, como el cuidado del medio ambiente- es uno de los ejes claves de la RSE de la operadora petrolera. A lo largo del 2021 se avocó a impulsar una serie de programas tendientes a favorecer y mejorar el acceso a la educación y formación profesional de los habitantes de las comunidades donde desarrollan sus operaciones industriales.

Tutores acompañan a los becados para hacer frente a las exigencias académicas.

Bajo este gran desafío “Fundación Cimientos” y “CGC” sellaron una alianza estratégica para favorecer el “acceso y la permanencia en la vida universitaria” de jóvenes de bajos recursos socioeconómicos que habitan en la ciudad capital de Santa Cruz.

Apuesta educativa

“CGC tiene el compromiso de generar un impacto positivo en su entorno, a través del cual busca impulsar el desarrollo de la región mediante inversiones sociales, todas con un común denominador: el desarrollo y fortalecimiento de capacidades”, precisaron desde la parte empresaria a La Opinión Austral.

La alianza entre la operadora argentina y Fundación Cimientos comenzó a implementarse en el presente año con el programa “Becas Universitarias”. El incentivo estuvo destinado a 10 estudiantes de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA) y 10 más de la Universidad Tecnológica Nacional, Regional Santa Cruz.

¿Cómo es el programa?

El programa que forma parte de la Responsabilidad Social Empresaria, tiene 3 pilares fundamentales. En todos los casos, colocan a los alumnos en el centro de la herramienta diseñada para la formación profesional de los jóvenes.

El programa genera oportunidades a jóvenes santacruceños.

El primer pilar es el “acompañamiento educativo”, un espacio en el que se desarrollan “encuentros mensuales personalizados entre el alumno y un tutor de Cimientos”. Se trata de una apuesta al desarrollo de habilidades para que los jóvenes cumplan con las trayectorias académicas.

El segundo, es el “apoyo económico”. “Los estudiantes reciben una beca económica para cubrir necesidades educativas u otro tipo de carencias que inciden directamente en el sostenimiento de su carrera universitaria”, se describió en el programa educativo.

El tercer pilar de “Becas Universitarias” es el “intercambio de experiencias”. Apunta a “consolidar el grupo de becarios” en un espacio en el que los estudiantes interactúan, trabajan en equipo, opinan, comparten sentimientos y experiencias comunes. Así, se favorecen espacios de encuentro, visitas a obras, prácticas pre-profesionales y talleres con referentes de la empresa.

CGC y la ONG batallan contra la deserción escolar y universitaria.

“Fundación Cimientos” dio a conocer a La Opinión Austral que estas alianzas estratégicas con empresas constituyen una experiencia positiva para la formación de los jóvenes. Las estadísticas marcan que “el 88% de los casos avanzó más en la carrera desde que ingresó al programa de becas, mientras que el 85% de los graduados trabaja en relación de dependencia”.

Encuentro

Luego de transitar las exigencias académicas del presente año, días atrás, CGC mantuvo un encuentro con los 20 becarios de Río Gallegos.

“Estamos muy felices de acompañarlos no sólo en sus trayectorias académicas, sino también en su desarrollo personal”; “¡felicitaciones a cada uno de ustedes por este año culminado y esperamos que puedan descansar durante el receso académico para empezar con mucha energía el 2022!”, señaló la compañía por sus redes sociales luego de cumplir la meta de apostar al bien común.

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