“Hay tiempo para la murga, para la pachanga y todas las cosas que les gusten. Pero hay otro momento en que tienen que proteger a sus propios amigos () Entonces el mensaje es ese: cuidá al que tenés al lado. Es tu amigo, tu hermano, tu novia, pero cuidá. Cuidá la vida”, decía alguna vez el mítico cantante argentino Luis Alberto Spinetta.

Ese fragmento de la entrevista se reprodujo por todas las plataformas en las primeras semanas de pandemia y de cuarentena, allá por marzo de 2020.

Hoy, 10 meses después, sigue vigente. Los números son alarmantes. Los contagios se han incrementado desmedidamente en las últimas semanas, también aumentó la cantidad de testeos diarios.

Los pacientes con coronavirus en el Hospital Regional de Río Gallegos son cada vez más y se ven numerosas filas en los centros de hisopados.

 

Sandra Barría, enfermera del turno noche del área Covid.

Por el momento, sólo se ha podido vacunar a un sector de la salud. Fue una campaña exitosa, coincidieron. Pero, sin dudas no es suficiente. El cuidado y la conciencia en la población deben permanecer. La relajación se vio en las calles. No parece ser el momento.

“Se ve -dijo Marilú Fernández, enfermera desde 2010 en el Hospital Regional, a La Opinión Austral– mucha relajación en la sociedad. Nosotros nos repartimos las fiestas. Hacemos una fiesta cada grupo. En su momento, para compartir con la familia, pero hoy no podemos. Cuando salimos a las 06:00 de la mañana el 1 de enero, no te imaginás la tristeza que nos dio. Con una sala llena, ver tanta inconsciencia genera tristeza. Gente joven juntándose, sin barbijo, sin distancia. Todos amontonados”.

 

 

“Hoy salís a la calle, vas a comprar y algunas personas no respetan ni las normas de los negocios. Dicen que sólo entran dos personas, te dejan el alcohol en gel y piden que entres con barbijo. A veces no se respeta ni eso. Los comerciantes también se exponen”, agregó Fernández.

Esa relajación, coinciden varias personas, se ve en las salas del hospital. “No te imaginás los pacientes que tenemos en la guardia del Hospital Regional con coronavirus. Hace unos días una paciente se fue porque vio que teníamos muchísimos con Covid-19 y decidió irse de alta. Eso la gente no lo sabe”, relató María del Carmen Valdez, quien trabaja en la guardia del Hospital Regional, a La Opinión Austral.

Sandra Barría, enfermera del área Covid del Hospital Regional, agregó que “lo vemos con los pacientes internados”. “Al principio -continuó- teníamos muy poquitos internados, luego aumentó muchísimo la cantidad. Nosotros sabíamos que después de las fiestas iba a incrementar nuevamente”.

 

Es importante el lugar que nos dan. El mensaje tiene llegar

 

“Hoy tenemos la sala llena. Eso refleja que la comunidad se relajó. Lo vemos en la calle también”.

 

Para Néstor Fernández, enfermero de Terapia Intensiva, la palabra no es relajación. “La sociedad está incumpliendo todo lo que el Gobierno dispone. Las normas ya las saben. No las cumplen. Hace diez meses se les dice que se tienen que cuidar, que tienen que usar barbijo, que tienen que salir lo menos posible. Y hacen todo lo contrario. No respetan nada”, aseguró.

 

El día a día

Barría pasó Año Nuevo en la habitación 132 junto a dos personas mayores internadas. Luego de unos días, ambas personas murieron.

“Somos como su descargo. Uno trata de brindarles energía. Apoyo. Tienen miedo los pacientes. Hay que estar. Son situaciones muy difíciles”, dijo la enfermera.

Las trabajadoras, con cansancio, estrés y muchísimo trabajo, decidieron dar un mensaje a la sociedad para seguir generando conciencia.

Fernández expresó que “tenemos que tener respeto por el otro”. “Hay que cuidar -siguió- a la gente mayor. No es que hay que cerrar todo, pero cada uno tiene que ser responsable. Hay que tomar conciencia. Esta enfermedad afecta muchísimo, sobre todo a los adultos”.

 

 

 

“Es muy difícil hacer entender a la gente que el Covid no pasó. Que nos tenemos que cuidar mucho más. Tenemos que mostrar empatía por todos los muertos. Es muy importante el lugar que ustedes nos dan. El mensaje tiene que llegar”, concluyó Barría.

La conciencia social, en este momento tan delicado, tiene que estar más vigente que nunca, sino los lamentos serán mayores.

 

 

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