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“Estamos muy mal, más que nada por lo que rompieron que lo por lo que se llevaron. Hubo mucha saña” fue el comentario de uno de los integrantes del Aeroclub de Río Gallegos, en la tarde de ayer, luego de percatarse que -en la noche anterior- personas hasta el momento no identificadas se apoderaron de lo que pudieron.

El conocido Aeroclub, que data del año 1939, queda ubicado en la ruta nacional N° 3, camino a Chimen Aike, y es visible cuando los vecinos viajan a Chile. Entre las 9 de la noche del domingo y las dos de la tarde del lunes, los ladrones tuvieron todo el tiempo del mundo para robar, desde televisores, herramientas, hasta un freezer y otros elementos.

El prosecretario de la Comisión Directiva del Aeroclub RG, Nicolás Revello, invitó a La Opinión Austral a hacer un recorrido por los lugares en los que los delincuentes “trabajaron” con total impunidad, mientras todavía el personal del Gabinete de Criminalística y de la Comisaría Séptima realizaba las diligencias de rigor.

El predio cuenta con varios edificios. Desde el hangar que está desde la creación del Aeroclub, algunas casillas donde se guardan algunos elementos de valor, el quincho y la Casa Histórica en la que Antoine de Saint-Exupéry, autor de la novela El Principito y aviador, durmió tras inaugurar los viajes a nuestra ciudad capital en marzo de 1930.

Mientras los integrantes de la Comisión se encontraban en el ingreso del quincho con una indisimulable desazón y la Policía realizaba las pericias, Revello explicó por dónde habrían ingresado los delincuentes, ya que el portón principal estaba cerrado. “Apenas a unos metros, hay unas mallas que cortaron y posiblemente ahí estacionaron una camioneta donde cargaban las cosas” comenzó diciendo.

Apenas a metros está la Casa Histórica y, atrás de ella, un galpón donde guardaban herramientas. “Entraron por acá atrás, vieron el galpón y sacaron una hormigonera y otras cosas más”. La puerta trasera de la casa también fue siniestrada. A patadas, los delincuentes entraron, pero al no ver nada de valor, continuaron con el quincho de donde sacaron electrodomésticos.

Por fortuna, una puerta de madera fue el obstáculo que encontraron los ladrones cuando trataron de entrar al lugar en el que descansan dos aviones. Si no hoy se hablaría de pérdidas materiales incalculables.

Cuando los ladrones se iban, dejaron caer algunos elementos de valor que, tras las pericias de la Policía, fueron recolectados por los integrantes de la comisión.

Hace apenas tres días, un hecho de similares características se registró en la zona, a unos pocos metros; cuando los propietarios del hotel Eros denunciaron el robo y vandalismo de su lugar. “No descartamos que se trate de las mismas personas”, concluyó Revello.

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