Cuarentena, aislamiento y pandemia por Covid-19 mediante, parece haber dejado muchos aspectos de la vida en un ralenti. Como en pausa. Cosas que se estaban por hacer se fueron acumulando en una larga lista de pendientes.

 

Uno de los temas que preocupa a los productores patagónicos en general y los santacruceños en particular es el de los guanacos, ya que, en 2019 (luego de 20 años) tuvo la aprobación de un Plan de Manejo por parte del Gobierno Nacional y se esperaba esta temporada (de mayo a septiembre) con entusiasmo, pero poco y nada pudo hacerse.

 

Vale recordar que en los años 90 se prohibió la explotación y exportación de carne y fibra de guanaco porque se juzgó amenazada la especie.

 

Pero desde entonces, se registró un crecimiento geométrico. En Santa Cruz la población de guanacos pasó de 245.000 en el año 2000 (dato Inta) a 1,5 millones de existencias en 2015 y una estimación de 2 millones para 2018 (FIAS -Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz). Sólo en Santa Cruz está el 70% de la población mundial de esta especie.

 

En julio de 2019 la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, que conducía Sergio Bergman, a través de la Resolución 243/2019 aprobó el Plan Nacional para el Manejo Sostenible del Guanaco (PNMSG) que estableció un marco de políticas nacionales para promover la conservación y el uso sustentable de poblaciones de esta especie en todo el país.

 

Sólo en Santa Cruz está el 70% de la población mundial de esta especie camélida

 

“El Plan le dio un marco legal para que se puedan hacer inversiones que permitan un aprovechamiento del guanaco, que hoy, además, es un problema para los productores”, contó a Santa Cruz Produce el presidente de FIAS, Miguel O´Byrne, que reconoció que el impulso inicial se vio coartado por el cambio de autoridades y la cuarentena.

“La pandemia, sumada a un invierno crudo que puso la atención en otros temas, hizo que los que iban a hacer algo fueran prudentes”, agregó O´Byrne. Justamente esa cautela fue lo que destacó, en diálogo con SCP, el presidente del Consejo Agrario Provincial, Javier de Urquiza: “La pandemia nos jugó una mala pasada, pero nos llamó la atención no haber recibido más pedidos de parte de los productores para hacer la práctica”.

 

O´Byrne explicó que “el productor es escéptico y desconfiado de estas cosas, algunos piensan que van a pagar el relevamiento y después no va a haber frigorífico que les permita sacar esa cuota, pero creo que esto va a acelerarse en la medida que las cosas empiecen a marchar, que el mercado vaya aceptando la carne y la fibra, pero es un camino lento, de no menos de 5 años”.

 

Y dijo: “Hoy está el camino trazado, hay que empezar a dar los pasos”. “Las expectativas siguen estando, la intención es promoverlo desde lo productivo porque en lugares donde hay poblaciones muy altas de guanaco, se puede hacer algo bien con un plan, cuotas y trabajos autorizados y controlados”, dijo O´Byrne.

En el año de la prueba 2018/19 se hicieron 6.000 cabezas por un promedio de 20 kilos por cabeza y parte de eso se exportó a Bélgica. En 2020 se aspiraba a faenar 15.000, e ir incrementando en la medida en que el mercado acompañe.

 

En Santa Cruz la población de guanacos pasó de 245.000 a una estimación de 2 millones de animales

 

“La experiencia de 2018 permitió saber que se podía encerrar bien con una técnica, se demostró que se podían transportar bien y que se puede esquilar en silvestría para aprovechar la fibra”, dijo De Urquiza.

 

Los animales se pueden transportar y esquilar en silvestría para aprovechar la fibra

 

Y agregó: “Lo que tiene que quedar claro que esto es un trabajo científico, porque a veces se dice que estamos haciendo un exterminio del guanaco, pero antes de autorizar la extracción de un solo guanaco se hace un conteo y por un método matemático se establece cuánto se puede extraer”.

 

Según el plan, para hacer un manejo respetuoso de partos y preñeces, el trabajo debe hacerse entre mayo y septiembre, en algún caso extendido a mediados de octubre. Por eso el tiempo de 2020 ya se acabó. Habrá que esperar a 2021.

 

Consumo: eslabón clave

Dentro del esquema de negocio, el consumo constituye el último eslabón, pero no por eso menos importante, porque si no se gestionan canales de venta, tanto de la carne como de la fibra, será difícil que prospere.

En la ventana de 2020, uno de los frigoríficos autorizado, faenó unos 600 guanacos (cada uno aporta unos 50 kilos de carne).

 

“Este año la actividad empezó tarde y por eso pudimos hacer sólo eso, el año pasado se faenaron 1.200”, contó Tomás Núñez, uno de los propietarios.

“Una vez que se juntan, que es lo más difícil, pero no imposible, viajan fácil, se descargan bien y la faena no presenta mayor dificultad, se usa la misma línea que la de vacunos”, contó Núñez.

 

La carne ha demostrado ser de alta calidad, y aceptación, la comunidad de Santa Cruz consume carne de guanaco históricamente, lo que permitimos con esto es que se haga con un procedimiento adecuado, bajo las normas de sanidad correctas”, apuntó De Urquiza.

También Núñez ponderó la calidad de la carne y su precio: “Es muy competitivo frente a las otras opciones y funcionó muy bien en el circuito turístico de El Calafate años anteriores”, dijo.

 

Aunque lamentó que “la gente todavía no tiene el hábito de consumirlo, lo ve como un animal silvestre”, por eso cree que “hay que trabajar en difusión de cualidades y opciones de cocción”.

 

“Cuando se hicieron las pruebas en 2018/19, los precios a los que se vendía al circuito gastronómico, sobre todo de Calafate, era un poco menos de la carne ovina, pero con alta aceptación en el circuito gourmet, todos lo incluyeron en sus menús, hamburguesas, pero también guisos, goulash puro de guanaco o mezcla con otras carnes”, contó O´Byrne.

 

Este año se esperaba faenar 15 mil animales, pero todo quedó frenado por la pandemia

 

La carne es muy magra, neutra, no tiene gusto fuerte y siendo un animal autóctono salvaje es menos tierna, pero es proteína pura, y altamente fungible con cualquier otra carne y en distintas preparaciones, la terneza la da el tiempo de cocción y la habilidad del cocinero”, resumió el referente de FIAS.

 

Y agregó: “Así y todo, hay cortes que son sublimes, como bife y lomo, toda la vida se ha comido milanesa de guanaco en el campo con estos cortes”.

 

Para el frigorífico el guanaco hoy no es negocio. “Creo que sería interesante poder aprovechar toda la ventana de mayo a septiembre así podemos abastecer con carne fresca durante varios meses y generamos el hábito en los consumidores”, apuntó Núñez.

 

La cara “ambientalista”

Aún con un plan de manejo sostenible de por medio, el asunto con los ambientalistas no es sencillo.

Los productores e instituciones del campo, con los datos de crecimiento poblacional del guanaco sobre la mesa, dicen que compite con la producción de ovinos, que los guanacos se saltan los alambrados, invaden sus campos y les quitan la comida a las ovejas, generando, por otro lado, una desertificación de sus campos por sobrepastoreo.

 

Del otro lado, por ejemplo, tres investigadoras del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) contraponen que “el guanaco no es la causa de tal degradación ambiental. “En general los guanacos están en lugares que el ganado no utiliza o subutiliza”, esgrimen.

 

Y agregan: “El exceso de ganado en las zonas con producción pecuaria alcanza el 73% en Santa Cruz y el 28% en Chubut, en contraposición con la situación de equilibrio que se plantea, por lo tanto, estos ambientes están sobrecargados con ovinos, vacunos y caprinos, no con guanacos”.

 

 

“Lo que se está viendo, la foto que se observa hoy, es la de un ambiente degradado por una historia de sobrepastoreo ganadero, que en ocasiones es ocupado por guanacos, pero no por esto debe señalarse a los guanacos como responsables de este daño”, expusieron quienes defienden el “no innovar” en la producción sustentable de la especie.

 

“Se inventan muchas cosas, algunos preferirían que no se haga nada, pero el Plan es razonable, medible y no atenta de ninguna manera contra la sostenibilidad”, apuntó O´Byrne.

Encierres

“Hasta 2017 la idea era que el guanaco era difícil de encerrar, y a la gente que había probado a lo largo de la historia le había ido mal, hasta que apareció un grupo de gente que se empezó a dedicar al tema y desmitificó la cuestión”, apuntó Miguel O´Byrne.

 

Y agregó: “Hoy eligen los lugares donde hay que hacer los encierres, elaboran un plan, arman y desarmen los corrales en un día y están haciendo encierres sistemáticos con buenos resultados”.

 

O´Byrne contó que hay que llevarlos a buen ritmo, con técnica, ni despacio ni rápido. Así se han cargado camiones con 60-70 animales para el frigorífico, o se hicieron esquilas. Todo con bienestar animal.

 

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