Trabajar con parámetros de bienestar animal beneficia primero al animal, pero también es bueno para los trabajadores (sean empleados o el propio dueño) y el negocio.

Esto lo saben quienes han dejado atrás viejas costumbres y entendieron que, estudiando más a los animales, sus comportamientos y costumbres, pueden mejorar todo, incluso, hacer un trabajo más ordenado y tranquilo.

Un productor que ha entendido este camino es Gonzalo Sánchez, administrador de la estancia Chali Aike, en el corazón del sur santacruceño. “Trabajar desde una metodología y perspectiva de bienestar animal nos ayuda a mejorar nuestro trabajo diario con los animales y aprender de ellos, cómo funcionan, la clave está ahí”, contó Sánchez a Santa Cruz Produce.

Trabajar con perspectiva animal mejora el rendimiento de la ganadería

En realidad, Sánchez empezó en esto cuando comenzó con el adiestramiento de perros que ayudan en el manejo de las majadas. Para eso tuvo que estudiar a los canes, pero también a las ovejas. “Estoy hace 40 años en el campo, pero estuve 30 en los que sólo sabía de lanas y el tipo de oveja, pero nunca me puse a mirar cómo funcionaban estos animales que viven para tres cosas: alimentarse, reproducirse y salvar su vida”, explicó Sánchez.

Gonzalo Sánchez en la estancia Chali Aike.

Parte de la instrucción, y de las cosas que leyó, tienen que ver con lo que ha hecho la zoóloga y profesora sobre comportamiento animal estadounidense Temple Grandin, y sus discípulos. “Empecé a cambiar mi forma de pensar el funcionamiento de los animales y cambió mi forma de acercarme a ellos para el manejo, que no es hacerlo a la fuerza ni pelear con el animal sino usando a favor su funcionamiento para trabajar mejor”, expuso Sánchez.

¿Qué aprendió?

¿Qué cosas aprendió Sánchez y qué costumbres dejó atrás? “Tenemos que cambiar la cabeza, no es una pelea contra el animal”, estableció, como primer mojón, Sánchez.

“Lo primero que quiere un predador es escaparse, por ende, aprender sobre su campo de visión y su olfato para detectar nuestra presencia es importante para saber dónde ubicarse”, empezó Sánchez.

Básicamente tiene que ver con “sacar y poner presión sobre el animal”, saber cuando va una y cuándo otra.
Por ejemplo, “cuando encontrás un animal en el campo, la presión puede ser a 200 metros y a medida que pasa el tiempo se acorta la distancia de presión, pero estos animales tienen un campo de visión de 300 grados, por ende, tienen zonas ciegas donde uno puede aflojar la presión”.

Después también juegan un rol importante las instalaciones, el manejo, cómo se voltea y agarra un animal, las esquilas y el buen trato. “Si el animal está contento, por así decir, todo será más fácil, y esto repercute en la producción, no tengo dudas”, enfatizó el productor.

La manga circular es importante para el manejo de los animales.

Es cierto, no hay una medición ni estudio científico que permita cuantificar a ciencia cierta el beneficio que tiene un manejo más amable”. Sin embargo, Sánchez insistió: “Sí sabemos o podemos inferir que cuando un animal entra a un corral, si bien no es un lugar que le guste mucho el corral o el galpón de esquila, y está tranquilo, sin gritos, ni exceso de presión, ni maltrato, entonces el animal sí va a estar más distendido comparado con el manejo tradicional”.

Tiene que haber un cambio de mentalidad y cultural nuestro”, machacó nuevamente Sánchez. No son cuestiones que necesariamente requieran de un costo extra. Sí, claro, el tiempo de estudio y preparación.

“Es una cuestión cultural de entrar al corral y gritar sin entender que las ovejas, también las vacas, tienen la audición muy sensible para escuchar los predadores y si entramos a los gritos eso los va a estresar más, empiezan a correr, a chocarse entre ellos y con los límites del corral, eso no es bueno para nadie”, apuntó Sánchez.

Sánchez dice que sí se puede hacer una medición del PH de la carne para inferir el estrés que ha tenido ese animal. Pero eso ya es en el frigorífico. Cuando sube el PH la carne se pone más dura y cambia el color.

Una de las “llaves” para facilitar los movimientos de la hacienda es la alimentación y el agua. Si saben que al entrar al corral habrá algo de comida a la segunda vez ya van a entrar solas. “El animal tiene memoria y las ovejas tienen mucha memoria, y reconocen gente y lugares, por ende, van a recordar si en cierto lugar tuvieron una buena o una mala experiencia”.

Capacitación

Cuando Sánchez arrancó hace diez años, la cosa no marchaba bien para el establecimiento. Y se tuvieron que achicar en personas y estructura.

“Pero seguimos trabajando en la misma cantidad de hectáreas (23.000), por eso, tuvimos que adaptar instalaciones para poder seguir manejando esa dimensión, pero con menos gente, y tanto el adiestramiento de perros, cómo hacer una manga en curva, cómo dejar de luchar contra los animales, nos ayudó a lograrlo”, contó Sánchez.

Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria se vienen haciendo cursos y charlas de capacitación sobre bienestar animal. También se habla sobre cómo hacer un manejo con perros.

Un animal que sufrió estrés tiene una carne más dura y que cambia de color

Sin ir más lejos, en abril de 2022 se organizó una jornada en Chali Aike a la que asistieron 69 personas de Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Cada año, antes de empezar las esquilas Sánchez habla mucho con las cuadrillas, para inculcarles un mejor manejo. “Se benefician ellos, porque van siendo más profesionales, y nosotros”, contó y reconoció que “con las nuevas generaciones es más fácil que aprendan porque no tienen tan arraigado el manejo tradicional”.

Con la entrada del RWS también se avanzó mucho, se está cambiando la forma de pensar el manejo, creo que estamos a mitad de camino, pero hay que seguir concientizando y trabajando para que sepan que el manejo de la vaca y la oveja hay que usarlo a favor nuestro, va a ser más sencillo y rentable, esto es muy importante porque no tiene costo, es estar convencido que estas técnicas funcionan”, cerró Sánchez.

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