Luego de que el Gobierno de Santa Cruz y el Estado Nacional acordaran transferir un total de $ 3.000 millones en el marco del Fondo Fiduciario de las Provincias, los municipios iniciaron una ronda de conversaciones con la administración de Alicia Kirchner para tomar créditos en idénticas condiciones.

Algunos intendentes fueron recibidos el jueves por el ministro de Gobierno Leandro Zuliani, y los trámites derivarán más tarde, y tal como anticipó el ministro de Economía Ignacio Perincioli a La Opinión Austral, en convenios por los montos consensuados.

En este sentido, el secretario de Hacienda de la Municipalidad de Río Gallegos, Diego Robles, confirmó a La Opinión Austral que el monto solicitado será de $ 350 millones, aunque se trata de una suma que no cubre el déficit en su totalidad.

“Nosotros vamos a pedir $ 350 millones de pesos, obviamente que uno pide para cubrir un déficit, pero no es el total, de hecho no alcanza con lo que entra todos los meses para pagar las cajas”, indicó.

Los recursos que solicitarán van a verse reflejados en el Proyecto de Presupuesto, que además pondrá en evidencia el durísimo impacto que tuvo la pandemia en los números de la administración de Pablo Grasso, cuando parecía que comenzaba a recuperarse de la caída de la recaudación que marcó la gestión Giubetich.

Cuando Grasso asumió, el Municipio tenía una deuda de corto plazo, flotante, exigible de más de $ 200 millones, y una deuda consolidada, es decir, sin órdenes de pago y con expedientes dando vueltas, por otros $ 30 millones de pesos más.

“A pesar de que pudimos lograr una recaudación incremental, los recursos se nos fueron en pagar aguinaldos de diciembre, con fondos propios”, añadió Robles, sin contar con que la comuna no tuvo asistencia más allá del ATN de $30 millones, de los cuales, $18 millones fueron a la compra de los camiones recolectores.

Poner en marcha el Municipio no fue gratis. Debieron destinarse recursos a equipamiento, reparaciones, repuestos, y en muchos casos se generaron compromisos con proveedores que, después del parate que significó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, no recibieron su pago.

El cálculo que hace el Municipio es sencillo: si los $ 350 millones llegan, se van a disparar en dos veces y alcanzan a cubrir el aguinaldo, que son $100 millones (líquido). Con los $250 restantes se cubriría la brecha para llegar a los sueldos de junio, que son entre $ 205 y $ 208 millones, además de las retenciones que se pagan algunos días después, y que llevan la masa salarial a alrededor de $ 230 millones, más los préstamos bancarios, las retenciones de mutuales, las Litis, cuota sindical, etc.

“Estaríamos pidiendo el importe equivalente a una masa salarial y al aguinaldo”, dijo Robles, aclarando que la idea del intendente Grasso es destinar, además, una porción del crédito del fiduciario a la compra de equipamiento.

Aun así, el Municipio no descarta otras alternativas para cubrir los fondos que le faltan, si por caso, llegaran a trabarse las negociaciones con la administración de Alicia Kirchner.

Coparticipación

Por estos días, la discusión por la nueva ley de Coparticipación echó a rodar nuevamente, para mejorar los ingresos de los municipios y que a su vez, estos hagan frente al pago de las cajas.
En este punto, el secretario de Hacienda opinó: “Nosotros no aumentamos el módulo este año, por lo que por más que la recaudación fue buena, en marzo se nos cayó y aunque empieza a mejorar, no llega ni siquiera al 50$ de lo que era antes de la pandemia”.

Ese es un escenario inmediato con el que discutirán la distribución de los recursos, sin contar con que comparten con el resto de las localidades, la fuerte caída en regalías, y coparticipación nacional y provincial.

 

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