En medio de la conmoción por el fallecimiento de dos gemelos en Las Heras, en Río Gallegos continúan los trabajos en el área de Neonatología del Hospital Regional.

Recientemente, La Opinión Austral daba a conocer la emocionante historia de recuperación de Fausto, un bebé que nació con 660 gramos cuando su mamá, Ayelén, cursaba la semana 24 de embarazo.

 

Tras 104 días, el bebé logró el alta después de un incansable trabajo del personal del área que aunó todos los esfuerzos para que pudiera salir adelante.

En esta oportunidad, la jefa del servicio de Neonatología del Hospital Regional de Río Gallegos, Marina Ruiz Díaz, detalló a Radio LU12 AM680 que al caso de Fausto se suma la recuperación de Emily.

“Es una bebé que nació con 29 semanas y pensando 1,150 Kg, que se suma a Fausto, nacido con apenas 660 gramos. Ellos ejemplifican el trabajo del personal de Neonatología, pero pone de manifiesto la diferencia material en salud que existe en la región”, apuntó.

Fausto y Emily ejemplifican el trabajo del personal de neonatología

Ante estas situaciones, la neonatóloga enfatizó en la importancia de los controles durante el embarazo. “En un embarazo hay que controlarse, hay que estar atentos para ver si el bebé va a nacer antes y prever el mejor lugar para que pueda hacerlo”, aclaró.

Ruiz Díaz explicó que, actualmente, hay 8 bebés internados: “Son casos más leves, pero que requieren atención constante para poder alcanzar el peso requerido y salir de alta. Hay 2 médicos de guardia las 24 horas y un equipo de enfermeras que se encargar del cuidado de los recién nacidos”.

Actualmente, en el área hay 8 bebés internados esperando el alta médica

Detalló, en paralelo, que el acceso al área de Neonatología se ha restringido por el contexto de pandemia.
En esta situación de emergencia sanitaria, la jefa del área insistió con la importancia de realizar los controles correspondientes en las mujeres embarazadas para evitar posibles complicaciones. “Le pido a todas las mamás que busquen un médico y se controlen para que logren un buen embarazo, después a nosotros nos toca la otra parte de cuidar a ese bebé”, manifestó.

Un “guerrero”

La jefa del servicio explicó a LOA cómo fueron estos largos meses de labor en el caso del bebé riogalleguense.

“Fausto nació el 24 de abril con 660 gramos. Su mamá Ayelén no estaba internada, sintió dolor, vino y al llegar su bebé ya estaba saliendo, así que nació sin preparación y de urgencia”, describió la jefa del servicio.
Ya en la sala de parto, intubaron a Fausto para llevarlo a Neonatología, “donde quedó con respirador artificial durante 41 días y luego con cánula nasal otros 40 días más. En ese transcurso pasó por varias afecciones del prematuro, que requieren internaciones largas”, detalló.

Desde infecciones, transfusiones, nutrición parenteral y controles de prematuro, Fausto pasaba la pandemia dentro del Hospital Regional.

“Su mamá y su abuela siempre estuvieron presentes a su lado, dándole soporte y amor. Llegó a pesar 540 gramos y, lentamente, en estos 104 días que estuvo, fue ganando peso, gramo a gramo”, indicó Ruiz Díaz.
Pese a las restricciones y dificultades, pudieron lograrlo y ya se encuentran en su hogar. “Por la fuerza de Fausto, de su mami Ayelén, su abuela, las enfermeras que se dedicaron a sostenerlo, todo el personal que apuntala a las madres, los médicos, las psicólogas, las estimuladoras de URENID que nos ayudan a llevarlos adelante. Fausto es un guerrero más de nuestra neo del Hospital Regional. Es la prueba viviente de que se puede siempre”, resaltó.

 

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