Hoy se conmemora el Día Internacional de una de esas profesiones que están más cercanas a los pacientes y que los atienden casi en todo momento: el de las enfermeras. La fecha elegida para reconocer a este personal corresponde al nacimiento de Florence Nightingale, una trabajadora considerada precursora de la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería.

En Río Gallegos, una de las referentes de ese servicio es Leticia, una enfermera que lleva 31 años en el tema y que, al momento de decretada la cuarentena, estaba de licencia. “Tuve que reintegrarme, por vocación, empatía y responsabilidad”, aseguró en diálogo con La Opinión Austral. Ella tiene a su marido enfermero y a su hijo camillero, y otra hija que se volcó al arte.

 

La enfermera junto a sus dos pilares, sus hijos. FOTO: LETICIA CÁRCAMO

 

Leticia es nacida y criada en nuestra ciudad. En el ’88, antes de terminar la escuela en el Guatemala, pensaba en ir a estudiar Educación Física al norte. Lamentablemente, la situación de la crisis del país no le permitió a sus papás enviarla.

Eso no desalentó a la futura enfermera que, además, era voluntaria de la Cruz Roja, y a partir de ahí, “me di cuenta de la vocación y de la empatía”, aseguró, al mismo tiempo que agregó que “ese mismo año salió un curso de auxiliar de enfermería en Medisur”. Casi sin saber que el futuro la encontraría siendo una de las enfermeras que se pondría al hombro la lucha contra una pandemia en Río Gallegos.

Nuestro slogan es que el lavado de manos salva vidas

En el ’92, Leticia empezó a trabajar en el Hospital “viejo”. “En esa época empecé a trabajar en la UTI, fue más difícil, era un nuevo reto, antes no había camilleros y en caso que hubiera personas muertas teníamos que llevar los cuerpos nosotras mismas a la Morgue”.

Desde el 2004, Leticia junto a María Ester Betancourt , comenzaron con Control de Infecciones. “En esa época nos tenían como las pesadas, era difícil decirle a los médicos que se laven las manos y que nos hagan caso, tenemos como slogan el lavado de manos salva vidas y lo mantenemos desde el primer momento”.

El cambio de hábitos vino para quedarse, y desde el comienzo de la cuarentena y el aislamiento, todo el personal de la salud recurre a Leticia para aprender sobre las medidas de control. “Por eso hicimos capacitaciones, a todos, a chóferes, a la gente de limpieza, médicos y administrativos”, dijo Leticia.

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