Tras la confirmación de que el Gobierno Nacional trabaja en un nuevo plan de estímulo a la producción de gas, fuentes del sector energético expresaron su acuerdo con esa decisión, que permitiría evitar volver el año próximo a niveles de importación de ese fluido. Si bien hoy el precio internacional de referencia se ubica por debajo de los USD 2 por Millón de BTU, las proyecciones para el año próximo elevan ese valor al doble.

Desde el área energética del gobierno de Alberto Fernández reconocieron la deuda existente con las productoras encuadradas en la Resolución 46, que continúa vigente para un número determinado de proyectos. Entre estos, se cuentan importantes desarrollos en la Cuenca Austral.

“Estamos haciendo un esfuerzo de promoción para el gas, porque hay una deuda del Estado y antes del invierno seguramente dispondremos las últimas monedas antes de que lleguen los tiempos más fríos”, había anticipado el subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales, durante una reciente exposición pública. Fue en ese marco que también anticipó un nuevo plan de estímulo, para evitar una suba abrupta de las importaciones en el año 2021.

Es positivo un nuevo esquema de estímulos, “porque incentiva la producción y genera empleo”

Este plan, sería el cuarto en la última década y media, con un precio que los primeros trascendidos ubican en torno a los US$ 3,5 MBTU. Y estaría siendo pensado “sobre todo para el año que viene. Nos preocupa mucho porque hoy sabemos que no hay perforación de gas en la cuenca Neuquina y sabemos que el shale declina muy rápido, por lo que si no tomamos cartas en el asunto vamos a estar en problemas el año que viene”, reconoció Carbajales, y anticipó: “Estamos trabajando un esquema que pronto saldrá a la luz”.

“Sería algo muy positivo que se avance en un nuevo esquema de estímulos, porque incentiva la producción y genera puestos de trabajo –se evaluó en esferas provinciales de Santa Cruz-. Esperamos a que se oficialice para poder evaluar con precisión los posibles alcances”.

Deuda e importación

En lo que respecta al reconocimiento de la deuda, vale recordar que la Resolución 46 estipulaba precios diferenciados para el gas producido en formaciones no convencionales, con un precio de referencia que para el año 2020 fue fijado en US$ 6 MBTU, mientras que para el 2021 bajaría a US$ 5,50 MBTU y a partir de ahí se alinearían a los valores de mercado. Ese beneficio implicó, en 2019, una asignación de recursos en torno a los 700 millones de dólares. Pero el Estado no cumplió con todos los pagos. Por eso, el reconocimiento de la deuda, por parte de las nuevas autoridades del área energética, fue recibida como una señal favorable por la industria.

Se trata de una carrera contra el tiempo. La declinación que hubo en la producción gasífera en los últimos meses lleva a advertir que si no se revierte desde este año la tendencia negativa, en 2021 Argentina podría volver a requerir la importación de grandes volúmenes de gas.

 

CGC apunta a reactivar en Santa Cruz

“Es una buena señal que se tenga la concepción de que se necesita hacer algo, porque no este invierno pero el próximo podremos tener problemas”, evaluó Daniel Kokogián, director de CGC a Santa Cruz Produce, suplemento de producción, industria y comercio de La Opinión Austral.

Aclaró que “hasta hace un tiempo muchos políticos estaban contentos por el bajo precio del gas, pero no se daban cuenta de que esto implicaba un problema cercano, que eso era pan para hoy y hambre para mañana, por lo que me parece algo bueno que ahora se esté pensando en un plan gas 4”.

“En cuanto a la Resolución 46, tenemos entendido que tendrá continuidad, por lo que en base a estas variables, no hay motivos para no retomar la actividad. Desde CGC estamos proyectando pozos de desarrollo y exploratorios, por lo que estamos para reactivar proyectos en la provincia”.

Respecto al impacto de la cuarentena, indicó que al dejar de perforar hubo una lógica merma en la producción, pero confió en que esto se encuentra en los márgenes esperables para la situación que se ha vivido: “Hemos dejado de perforar por lo que era lógico que disminuya, pero está dentro de lo manejable. Estábamos en 5,9 millones de metros cúbicos diarios y ahora podemos estar en los 5 millones diarios”.

Consultado en torno a la capacidad de transporte y otros factores que pueden marcar restricciones a la producción, precisó que la compañía podrá manejarse con soltura en base al proyecto de inyección de gas en el subsuelo recientemente inaugurado: “Ese proyecto sigue adelante y es una herramienta pensada para ese tipo de problemas temporales de transporte, pero sobre todo por la gran diferencia de demanda entre invierno y verano, cuando cae fuertemente el consumo. Con este tipo de proyectos podemos equilibrar la curva, con la posibilidad de inyectar el gas (para reservarlo cuando no hay demanda), lo que evita el alto costo de cerrar pozos”.

Finalmente, sobre el decreto 488/2020, que ha creado el barril criollo, señaló que “todo depende de la demanda. Mientras no haya consumo de combustibles, el efecto será neutro; pero si aumenta la demanda, ese nivel de precios, de 45 dólares por barril, sí puede incentivar algo la producción, pero yo no esperaría el mismo nivel de actividad que el que hubo previo a la crisis”.

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