Su carisma, su predisposición y simpatía traspasan el teléfono. Facundo Nahuelquín es un joven de 22 años con retraso madurativo que nació en Comodoro Rivadavia y cuando tenía 10 años se instaló en Puerto Deseado junto a su madre Noemí y su hermana, Agustina.

 

Su pasión por el fútbol lo llevó a practicarlo en los últimos años en Banfield de Puerto Deseado, donde tuvo su primera experiencia. Actualmente, desde 2021 pertenece a San Lorenzo, club que lo ha declarado “jugador intransferible”.

 

“Facu”, a sus 22 años recién tuvo la oportunidad de jugar al fútbol en Puerto Deseado, ya que en Comodoro nunca se le ocurrió preguntar por algún club. El joven atendió desde la ciudad santacruceña a La Opinión Zona Norte, y habló de su pasión por el deporte, su trabajo como panadero, su amistad con Mauricio Morales, y les dejó un mensaje a niños y niñas con retraso madurativo para que intenten y no dejen de practicar deporte.

 

Con respecto a su vinculación con el fútbol, Facundo dijo: “Siempre me gustó, miraba la tele y jugarlo también, este año empecé a jugar en San Lorenzo y estoy entrenando de lunes a viernes”.

 

Justamente, este domingo 13 de junio, Facundo participó del amistoso que hubo entre San Lorenzo y Deseado Juniors. “En ese partido metí un gol de penal, ese día me tocó patearlo a mí”, comentó entre risas a La Opinión Zona Norte.

 

Facundo, en el medio con la pelota, junto a sus compañeros de San Lorenzo. FOTO: SAN LORENZO

En ese encuentro, que se disputó en cancha de Deseado, Facundo se encontró con un gran amigo, como lo es Mauricio Morales, el joven deseadense que nació con craneoestenosis y es parte de Deseado Juniors.

 

Fue un momento bisagra en el fin de semana para Facu. “Fue muy emocionante, y estaba muy nervioso”, respondió a la pregunta sus sensaciones previo a ese partido donde tanto Facundo como “Mauri” marcaron un tanto.

Su experiencia como panadero

Facundo participó hasta el 2020 cuando inició la pandemia de Covid19, junto a Mauricio en la Asociación Deseadense Pro Ayuda al Discapacitado (ADPADI), donde trabajaba de panadero. En él hacía panificados para el Jardín Maternal y Hogar de Ancianos de Puerto Deseado.

 

Ahí aprendí a hacer tortas y pan, lo más rápido y fácil que me salía era el pan, pero desde que empezó la pandemia dejé de ir, ahora está cerrado”, manifestó Facundo.

 

Jugar el amistoso fue muy emocionante, estaba muy nervioso

 

Más allá de entrenarse todos los días, el joven en sus tiempos libres sigue enfocado en el fútbol. Juega al FIFA en la Play Station, o si no ve partidos de fútbol en su hogar donde vive con su madre y hermana. Sus otros dos hermanos, Diego y Fabián, viven en Comodoro con Homero, su padre.

 

El retraso madurativo que tiene Facundo no le impidió hacer actividades. Mucho menos jugar al fútbol que es su pasión. En diálogo con LOZN decidió dejarles un mensaje a aquellos niños y niñas que transitan por lo mismo y los incentiva a realizar actividades deportivas: “Que se animen a hacer deporte, porque hace muy bien para la salud, pero lo principal: que se animen”.

 

 

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