La escena de más de veinte personas aguardando para ser atendidas bajo la gélida noche del lunes despertó indignación en la comunidad riogalleguense, que comenzó a cuestionarse si acaso un servicio que resulta esencial y urgente puede sostenerse con un solo local para más de 180 mil habitantes.

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com.ar la situación fue reflejada en tiempo real: “¡Es una locura, una sola farmacia de turno!”, exclamó uno de los vecinos que hacían la fila a la intemperie, mientras que adentro de la farmacia un solo empleado despachaba los medicamentos que le solicitaban los clientes.

Martes a primera hora, una veintena de vecinos de Río Gallegos esperaban su turno de ser atendidos.

A la medianoche, cuando comenzó el martes, todavía la fila no lograba descomprimir y, pese al frío, el clima se caldeaba en la sucursal de La Franco, ubicada en la calle Bark, al lado de una estación de servicio de la autovía 17 de Octubre.

Este martes, La Opinión Austral se comunicó con la sucursal y otras dos que la firma posee, sin embargo, la respuesta obtenida fue que sólo la encargada podía hacer declaraciones.

Entre los comentarios de los lectores y lectoras del sitio web aparecen los concejales como foco de las críticas, a partir del reclamo de que intervengan en la situación.

La Opinión Austral consultó al Ministerio de Salud de la provincia, desde donde advirtieron que ellos se ocupan de la habilitación y fiscalización de profesionales en cada farmacia, además de la programación que presentan para llevar adelante las guardias. Siempre una debe estar abierta durante el horario nocturno.

En este sentido, los turnos se coordinan entre las cadenas farmacéuticas que existen en la ciudad y la cartera sanitaria sólo puede exigir dos cosas: que siempre haya una farmacia abierta en ese horario y que la misma cuente con un profesional para el expendio de medicamentos.

Sin embargo -y acá viene el quid de la cuestión-, son las farmacias las que establecen el número de empleados que van a cubrir ese turno. Ergo, que la noche del lunes y madrugada del martes hubiera una sola persona atendiendo a la población que demandaba hacer alguna compra de urgencia es responsabilidad exclusiva de farmacias La Franco.

“La gente está con una bronca”, agregó otro vecino, “¡si a esta hora tenés que buscar una farmacia es porque tuviste algún problema de salud! ¡Nadie va a una farmacia de turno de shopping!”.

Leandro Fadul, secretario de Comercio de Santa Cruz. FOTO: GOBIERNO

Por eso, ante la consulta de La Opinión Austral al secretario de Comercio de la provincia, Leandro Fadul, aseveró que “el tema turnos no pasa por nosotros” y que la injerencia de la cartera comercial es “en cuanto a la exposición de precios y demás”.

El tema turnos no pasa por nosotros, sino los precios y demás

Por otro lado, respecto de que la gente tuviera que aguardar su turno en la vereda, lo cierto es que todavía se mantienen los protocolos por la pandemia de Covid-19 relativos a la distancia social entre clientes y la capacidad de hasta tres personas en algunos negocios.

Además, vale recordar que la farmacia Moderna ubicada en avenida Néstor Kirchner es una de las que solía abrir al público las 24 horas y ese recurso ya no está disponible.

Tampoco estaba abierta la sucursal céntrica de La Franco en 9 de Julio y Kirchner, una de las más concurridas, y las sucursales de Autofarma o la farmacia “La Boca”, ubicada en Kirchner y Santiago del Estero, tampoco tienen horario nocturno.

Así las cosas, lo cierto es que todo parece indicar que en una ciudad que creció en densidad poblacional, y que además es capital de provincia, que solamente exista una farmacia de turno quedó chico para la demanda que puede surgir eventualmente.

Y si a eso se le suma que las empresas no disponen del personal necesario para evitar aglomeraciones, más los protocolos de pandemia que todavía rigen, las filas y el malestar serán una constante.

El Ministerio de Salud regula que las farmacias cumplan con los turnos nocturnos

Sin embargo, en este escenario hay otra vía posible para buscar una solución y es la presentación de reclamos en el área de Defensa del Consumidor, que depende del Ministerio de la Producción, que son quienes eventualmente podrían ratificar lo que sucede afuera de los negocios por las noches y ejecutar algún tipo de sanción para que las empresas cumplan con el trato digno a cada cliente.

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LEANDRO FADUL, SECRETARIO DE COMERCIO

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