La feria americana se realizó este jueves en el barrio Belgrano de Río Gallegos. Se vio un gran marco de público, acompañado de un sol radiante y de música, durante todo el día. Las personas aprovecharon para pasear, comprar y colaborar.
El sector está divido en dos: por un lado los feriantes, que antes estaban en la plaza San Martín y en distintos puntos de la ciudad, y por el otro las manteras, quienes venden en la plaza del barrio Belgrano hace ya 5 años.
Durante los primeros días había una escasa cantidad de vendedores en el área de feriantes, pero luego fue incrementando y suman ahora 50.
“Fue un año muy duro. Perdimos muchos feriantes y yo perdí a mi padre en la pandemia. Somos todos trabajadores independientes y más de uno hizo feria en su casa. Así nos ganamos un mango”.
“Esta feria la hice a la gorra. El que quiere pagar su mesita, la paga y el que no quiere, no quiere. En esta feria encontrás cosas usadas y nuevas. Zapatillas, perfumes, bijouterie, artesanías, juguetes. Todo lo que la gente busca. La gente está comprando más usado que nuevo”, dijo Ángel, uno de los referentes de los feriantes, a La Opinión Austral.
Ángel expresó que “somos trabajadores pasivos e independientes”. “Está dura la situación. Nosotros recibimos a cualquier persona que quiera venir a trabajar acá. Si quieren venir a juntarse, nosotros no le negamos la entrada a nadie”, concluyó.
Sin embargo, la presencia de tantos vendedores de feria molestó a las manteras, porque “bajaron significativamente las ventas”.
Zulma, una de las organizadoras y mantera, dijo a La Opinión Austral que nunca cobraron en ese sitio.
“Somos personas que realmente lo necesitamos. Venimos de lunes a sábado. Mientras el clima nos lo permita, vamos a estar todos los días. Somos mucha gente. La feria esta es un alivio para nuestro bolsillo”.
“Con la llegada de Ángel, que tienen mesas y ropas quizá nuevas, se nos complicaron un poco las ventas porque nosotras estamos en el piso y es todo usado. La plaza es libre, pero Ángel había dicho que iba a ir a otra plaza”, aseguró Zulma.
Valeria, otra de las encargadas de la logística y que vende en la plaza hace 5 años, detalló los horarios y mostró preocupación por la limpieza y la cantidad de personas.
“Nosotras -explicó- estamos todos los días desde las 12:30 hasta las 19:30. Las manteritas trabajamos con todo usado. Nosotros queremos que nos dejen trabajar tranquilas. Además para mantener la limpieza. Cuando se junta mucha gente, no se puede mantener. Estamos hace 5 años acá”.
“Vendemos golosinas, peluches, calzado, cosas para la casa y económicamente hay buenos precios. Pedimos por favor que busquen otro lugar y que no nos invadan”.
“Estamos hace muchos años acá y no nos vamos a mover. Es el único problema que tenemos ahora. Cualquier persona que quiera venir a vender, lo puede hacer, siempre y cuando sea usado”, concluyó.
Mientras tanto, el público se hace presente y recorre la feria.
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