Días atrás, La Opinión Austral daba cuenta de la realidad que viven cientos de feriantes en Río Gallegos. Se trata de uno de los últimos rubros que aun no cuenta con la habilitación para funcionar y que, con el ingreso de Santa Cruz al distanciamiento social, confían en volver pronto.

Una de las grandes ferias de nuestra ciudad es la Feria La Diferencia, antes ubicada sobre Jofré de Loaiza. Hoy, en plena pandemia no pudieron costearlo y ya no tienen espacio físico.

“Era imposible mantenerlo sin poder trabajar”, contó al medio Rosario, una de las organizadoras de la feria.
Por el momento, sólo trabajan con entregas a domicilio a través de la plataforma virtual, pero necesitan retomar la actividad.

“Somos conscientes que la pandemia es algo que nos preocupa a todos. Si bien es cierto que acá no hay casos, creemos que vamos a tener que esperar para habilitarlas”, detalló.

De igual manera, Rosario y las organizadoras de la feria presentarán una nota solicitando la posibilidad de la reapertura de colegios para poder realizarlas en espacios más amplios, considerando que las clases todavía no tienen fecha de inicio.

Se trata de una modalidad que ya venían realizando algunos feriantes en la ciudad, meses anteriores al brote de la pandemia.

Las escuelas están sin clases y los feriantes vieron la oportunidad para pedir los espacios

“Ya que para ayudar a la economía de muchas familias van a ser muy necesarias las ferias. Por supuesto una vez que las autoridades lo consideren oportuno y, por supuesto, dentro de la modalidad de ferias americanas”, explicó Rosario.

En el caso de los feriantes, indicó que dependerán del espacio físico que tengan disponible para poder trabajar.

“Hemos llegado a tener espacio para 120 familias y lo mínimo que hemos tenido son 80 familias. Aunque somos una feria privada e independiente buscamos ayudar a las familias, por eso siempre tratamos de conseguir lugares grandes que le sirva a varias familias y así poder mantener las tarifas de alquiler de las mesas económicas”, explicó.

La propuesta

La idea de proponer la apertura de escuelas para las ferias va de la mano de la ayuda a los establecimientos.
“Las veces que hicimos ferias aportamos una suma importante a las cooperadoras y ayudamos en el mantenimiento del edificio. Somos muy predispuestos y buscamos ayudarnos entre todos”, explicó la organizadora.

“Como son espacios grandes, se podrían hacer con protocolos de seguridad. Por ejemplo, mesas cada dos metros, el uso de barbijos, guantes y regular la cantidad de personas que entren”, detalló.
La propuesta se extiende para que los establecimientos educativos “presten” el lugar y los feriantes puedan colaborar en lo que necesiten las escuelas de Río Gallegos.

“Con esta idea, de esa forma, también buscamos ayudar igual para que la cooperadora tenga un ingreso, ya sea para mantenimiento, elementos de limpieza y administrativos”, sostuvo la organizadora.Un ejemplo de ello se dio cuando tuvieron habilitada la Escuela N° 19, con las ferias lograron pintar el exterior del edificio y la compra de insumos para mantenimiento y limpieza.

Unas 120 familias dependen de la Feria La Diferencia y lo que recauden de ellas

“Más allá del aporte a la cooperadora, los directivos del establecimiento sabían que contaban con nosotros en lo que pudiéramos ser útiles. Por lo que esta semana estamos por hacer la solicitud a la Dirección de Escuelas Primarias, al intendente y a la Dirección de Comercio”, explicó.

Con la propuesta sobre la mesa, que estipulan presentar entre el miércoles y jueves, esperan avanzar en la habilitación.

La organizadora de la Feria La Diferencia recordó que “muchísimas familias viven de la economía de las ferias, me consta que esperan el fin de semana para trabajar, por eso estamos contra viento y marea”.

Para concluir, explicó que para muchos es un “ingreso extra”, pero cientos de feriantes dependen totalmente de la venta.

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