Hoy se cumple el tercer día desde que la primera denuncia por abuso sexual en contra del presidente del Concejo Deliberante estalló en el ámbito público.

Todavía, propios y ajenos parecen tener dificultades para salir de su asombro, aunque son menos quienes se animan a manifestar su apoyo a Emilio Maldonado.

Faltaba que el intendente Pablo Grasso asumiera una posición, por fuera del gris en el que podría pararse quien entiende que todavía no existen pruebas irrefutables en contra del edil.

Sin embargo, ayer el mandatario de Río Gallegos mostró que había comprendido la gravedad de los hechos de los que se acusa a Maldonado y con la aparición de la segunda denuncia en su contra, organizó una reunión con los concejales del oficialismo y les pidió formalmente que lo expulsaran del cargo.

 

Emilio Maldonado será expulsado hoy de su banca en el Deliberante de Río Gallegos. FOTO: JOSÉ SILVA

No es para menos, las dos denuncias que instruye la jueza Valeria López Lestón pusieron a prueba algo que el movimiento de mujeres reclama: la perspectiva de género, que se transformó en la Ley Micaela, que a su vez semanas atrás llegó al ámbito del Ejecutivo y del Deliberante capitalinos.

Se trata de asumir que si bien nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario, ante una acusación que involucre a mujeres y niñas existen mayores probabilidades de que sea cierta a que no lo sea, porque justamente todavía se trata de un sector vulnerable en la sociedad.

“Hoy me reuní con Paola Costa, Wilson Flores y Leonardo Fhur, junto a Eloy Echazú y Julia Chalub. Presenté una nota para que mañana en la sesión extraordinaria se trate la separación del cargo de Emilio Maldonado como concejal a raíz de las denuncias que existen en sede judicial. La política debe hacerse a un lado, las instituciones deben seguir funcionando con normalidad y la Justicia, actuar libremente como lo está haciendo”, posteó el jefe comunal, dando un mensaje que puso en offside a varios de su equipo.

 

La nota presentada por Pablo Grasso ante los concejales.

Sin ir más lejos, la propia vicepresidenta del Concejo, Costa, había solicitado este fin de semana una convocatoria a la sesión extraordinaria para hoy, aunque sólo para tratar la aprobación de una licencia para el edil. Esto no fue visto con buenos ojos, ya que, como se sabe, un proceso judicial puede durar meses e incluso años hasta lograr una sentencia firme o declaración de inocencia, y durante ese tiempo Maldonado podría gozar de su sueldo.

La política debe hacerse a un lado, las instituciones deben seguir funcionando

Luego de conocerse que Grasso daba una prueba cabal de que no iba a proteger a Maldonado, le dijo a La Opinión Austral que, frente a semejante escándalo, “quiero hacer las cosas bien” y “no quiero cometer errores”.

El intendente no dio una opinión, pero se presume: “Lo que está mal, está mal y en esta yo voy a tomar el toro por las astas”, aclaró.

“Hizo lo que corresponde”

En este sentido, la presidenta de Conmujer, el órgano que debe asesorar al Municipio en asuntos de género, Romina Behrens, dijo que “me alegra que en este momento sea el propio intendente el que está pidiendo hacer lo que corresponde, que se lo separe hasta que la Justicia resuelva”, recordando que también “el concejal Fuhr tuvo más perspectiva que muchas mujeres, puso el foco en la niña que está denunciando un abuso y no en la amistad y compañerismo que pueda tener con el concejal”, porque “en casos de violencia y abuso el color político no importa”.

En silencio

Durante estas horas, el concejal Maldonado no dijo palabra alguna para defenderse públicamente. No atendió llamados, bajó sus redes sociales y no ingresa al WhatsApp desde el viernes en el que RP contó que había abusado de su hija de nueve años. La única ventana que Maldonado abrió para la comunicación fue Telegram.

Por fuera de ese silencio ensordecedor para quienes lo consideran “un buen tipo”, en las redes sociales todavía circula un ruido que abruma y que exige de la Justicia celeridad y contención para las familias denunciantes.

Hay además otro ruido de fondo: el de la similitud que existe en los relatos de las víctimas de nueve y diez años. En ambos casos se describe un escenario de oportunidad que el concejal pudo haber tenido con cada una, escenas de abuso que se dan en una habitación de puertas abiertas y el planteo de un juego.

Las denuncias

El sábado 20 de junio a las 18:20 horas, RP (25) se presentó en la Comisaría de la Mujer y después en la Sexta, para denunciar que su íntimo amigo, alguien a quien ella reconocía “como de la familia”, había atacado en reiteradas ocasiones a su hija mayor, SA.

Si bien en este caso la nena de nueve años dijo que los abusos se dieron durante alrededor de un año, describe que cada vez que su madre y él se visitaban, Maldonado le pedía que fuese a buscar algo a la habitación, para entonces perseguirla y tocarla.

Por lo que se lee en la acusación, el concejal no cerraba la puerta para no generar sospechas y le advertía que si alguien se acercaba, tenían que hacer como que estaban jugando.

 

Tapa de La Opinión Austral el día después de conocerse la grave denuncia al concejal Maldonado.

El detonante para que SA se lo contara a su mamá fue que había nacido su hermana y la niña temía que el abuso se replicara con ella.

De la denuncia se supo porque la mamá de la nena vio que había pasado una semana de la denuncia a su ex amigo y nadie la había llamado para informarle sobre el estado de la causa, ni para brindarle asistencia psicológica para su hija. Para ella, contarlo fue romper con un entramado de impunidad que suponía Maldonado iba a tener por ser concejal.

Sin embargo, la causa estaba en pie y el edil había sido notificado.

Minutos después de su posteo, RP eligió a LU12 AM680 para contar la historia.

“Tengo miedo por mi hija y por mí, tengo otra bebé de siete meses y tengo miedo por las tres… Mi hija me dijo que Emilio, una persona que yo admiraba, la había tocado. Ella no me va a mentir con esas cosas, pero me dijo él me tocó muchas veces, hasta en Año Nuevo, y la verdad que quedé en shock”.

También contó que su relación era de amistad y que él las ayudaba económicamente porque ella no tiene trabajo.

“Yo me iba a su casa, él nos invitaba a comer, era como de la familia. No me imagino todavía lo que le hizo a mi hija. Yo admiraba a esa persona, yo y toda la familia lo teníamos allá arriba porque ayudaba a la gente. No lo podemos creer porque era alguien que queríamos. Tenía demasiado miedo de denunciarlo, pero sino esto va a quedar impune”, contó, pidiendo además “que vaya preso”.

Casi cuatro horas más tarde del posteo de RP, otra mujer, D, se presentó en la misma comisaría para decir que dos años antes Maldonado había atacado a su hija, que entonces tenía diez años.

“Maldonado me dijo que no hiciera nada al respecto en virtud de que él tenía un cargo público y no iban a hacer nada”, contó en la presentación, en la que además reveló que no lo había denunciado antes porque su esposo es uno de los mejores amigos del edil y que hasta que no se conoció la primera denuncia, él tenía dudas de que lo que su hija les contó fuese real.

Seguramente, si la primera denuncia no se hubiese hecho pública, la mujer no se hubiese presentado.

Maldonado me dijo que no hiciera nada al respecto

Su hija le contó que su padrino (Maldonado), por el que sentía “adoración”, la había tocado una tarde de abril de 2018, cuando lo acompañó a una casa que estaban cuidando en el barrio San Benito. Sostuvo que ocurrió en instantes en que su madre salio a hacer unas compras y entonces Maldonado le pidió que se sentara encima suyo.

Ella se negó, hubo un forcejeo, pero él la manoseó hasta que ella -una nena de diez años- pudo escaparse y esconderse en el baño hasta que llegara la madre de su padrino.

 

Algo que también aparece en la denuncia es que cuando la madre vio que su esposo no estaba de acuerdo con denunciarlo -dos años antes-, ella fue al colegio al que acude su hija, avisó sobre la situación y pidió que Maldonado no debía acercarse porque la nena “le tenía terror”.

Ambas niñas comparten las autolesiones. Esto surge de las denuncias a las que tuvo acceso este diario. La primera “se corta” las piernas, se “pellizca” y la segunda, según dijo su mamá en sede policial, manifestó “varias veces” que quiere “hacerse algo”.

La investigación

Todavía no se sabe quién será el abogado o la abogada que asuma la defensa de Maldonado, quien no puede tener acceso a los servicios del responsable de Legales de la administración de Grasso, Jorge Cabezas.

Ya este sábado a la noche, una comisión policial se acercó a la vivienda que comparte con su madre, para notificarlo de la existencia de la segunda denuncia y de una prohibición de acertamiento a la víctima y su familia.

Se espera que esta semana se fije la fecha de las cámaras Gesell para las nenas, que serán escuchadas por el equipo pericial.

Esa será una prueba determinante con la que López Lestón podrá definir si los delitos de los que se acusó al concejal ameritan o no la prisión preventiva.

El caso caletense

Tal como ya publicó este diario, el caso de Emilio Maldonado es muy similar al de Rubén Martínez, quien asumió la banca por la oposición en la ciudad de El Gorosito y fue denunciado por una adolescente y también por una menor de edad, de abuso simple.

La diferencia, sin embargo, es sustancial. Martínez hoy está detenido por orden del juez Gabriel Contreras Agüero, sin embargo, el edil estuvo meses evadiendo a la justicia y protegido por el resto de sus pares.

A diferencia de la actitud que tomó Grasso ayer, nadie en la administración de Facundo Prades le pidió que se fuera, aun siendo ambos del mismo espacio (Cambiemos). No sólo eso, sino que el presidente del Concejo Deliberante, Javier Aybar, no perdía ocasión de decir en los medios que, en virtud del estado de derecho, no podían apartar de su banca al concejal.

Todo eso incluso sabiendo que la víctima tenía ocho años.

La extraordinaria

Por otra parte, hay expectativas con lo que pueda suceder en la sesión extraordinaria convocada para este mediodía. No porque pueda haber discusiones en torno a si Maldonado se va o no, ya que finalmente Grasso se adelantó a la jugada que pensaba reclamarle la oposición. En cambio, las miradas están puestas en el tenor de lo que se diga y en una eventual presentación de manifestantes al recinto.

Hay que recordar que el interbloque opositor UNIDOS, integrado por Daniela D’Amico, Pedro Muñoz y Leonardo Roquel, solicitó el apartamiento inmediato y preventivo del presidente del Concejo Deliberante, Emilio Maldonado.

El concejal del Frente de Todos Leonardo Fuhr también se sumó al pedido de apartamiento del cargo, en lugar de habilitar el pedido de licencia. En paralelo, en la otra vereda estaban los concejales del oficialismo, hasta que ayer Grasso bajó el telón.

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