Por Juan I. Martínez Dodda

La localidad de Gobernador Gregores fue la sede de la primera edición de la Fiesta Provincial del Guanaco. La iniciativa, concretada en el mes de marzo, tuvo por objetivo lograr que ciudad, situada en el “corazón santacruceño”, sea el epicentro de todo lo que tenga que ver con el aprovechamiento y manejo sustentable de esta especie, algo que ha generado polémica en los años de veda (desde 1995) y ahora, bajo el paraguas del Programa Nacional de Manejo Sustentable (Resolución Nº 243/2019), busca encaminarse.

El mojón oficial para la realización de esta fiesta provincial fue a partir de un proyecto que el propio diputado de la localidad, Claudio Barría (FdT), presentó en la Legislatura Provincial y logró que se convirtiera en ley. Los objetivos están lejos de ser una simple celebración.

De acuerdo a la ley, la idea es “poner en valor la sustentabilidad del guanaco, como así también fortalecer el desarrollo económico, turístico y cultural de esa localidad del centro de la provincia, a la vez que con este tipo de acciones se buscará impulsar la creación de mano de obra de la región y de la provincia”, se lee en sus fundamentos.

Amigarse con el guanaco

Uno de los “motores humanos” para concretar la realización de esta fiesta fue Eric Mario Augustín, más conocido como “Cachito”. Su oficio es “encerrador” y fue protagonista en los primeros encierres de guanacos que se hicieron en la provincia. Su mujer, Mónica Reinsch, fue presidenta de la comisión organizadora de la fiesta.

“Hasta ahora, el que tiene guanacos en su campo los odia, porque le comen el alimento para los ovinos y le compiten con su negocio. Nosotros estamos tratando de que eso cambie, que todos los eslabones involucrados en el aprovechamiento sustentable del guanaco puedan verlo de otra manera”, contó Reinsch a Santa Cruz Produce.

En Gobernador Gregores quieren poner en el centro de la escena el aprovechamiento sustentable del guanaco.

¿Por qué Gobernador Gregores? Por un lado, porque Augustín ha sido un motor importante, incluso haciendo años anteriores fiestas “para la familia” motorizadas por él mismo que llegaron a convocar hasta 500 personas en una organización “a pulmón”, lo que dio lugar a plantear el evento provincial.

Pero también porque, según contó Reinsch, “en Gregores se come guanaco hace décadas, está en la dieta del pueblo y lo ven como una posibilidad, esperando que estén todas las habilitaciones”, a lo que agregó el dato económico: “El lomo se vende a 650 pesos, es económico comparado con las otras carnes”.

Esta costumbre, sin embargo, no está tan difundida en el resto de la provincia: “Mi familia tiene campo a 150 km. de Piedra Buena (al sur provincial) y ahí jamás comimos guanaco, en cambio, acá es tradición”, sentenció Reinsch.

Capacitación y turismo

El evento duró cuatro días y colmó la capacidad hotelera de Gobernador Gregores, una localidad de 7.000 habitantes. Se lo dividió en dos partes: la primera, desplegada durante los dos primeros días, con la temática centrada en el guanaco como producto económico: allí se abordaron temas como el aprovechamiento de la carne, gastronomía y uso de las fibras, charlas, talleres de desposte, preparación de la carne y demostraciones.

La segunda parte, que abarcó el fin de semana, sumó un atractivo para los visitantes. Durante esos días se organizaron jineteadas, desfiles, payadas y otras demostraciones camperas.

“Hay dos cosas muy positivas: la visibilidad de la actividad y la continuidad del cambio cultural que estamos transitando”, explicaron los organizadores. Señalaron que están los dos extremos: “El productor que quiere sacarse de encima el guanaco y los ambientalistas que no quieren que se toque ni un solo ejemplar”.

Estamos tratando que se vea al guanaco de otra manera

La postura de quienes se pusieron al hombro el evento es distinta: “Queremos que esto se haga visible y establecer un puente posible, sustentable desde lo ambiental, social y animal, además de lo económico”.

Terminada la fiesta, quedó claro que “hacer desaparecer el guanaco, aún queriendo hacerlo, es imposible”, por eso “hay que convivir con él y el cambio cultural por parte de los productores (aceptándolo) está ocurriendo desde el bolsillo”.

Carnicería de carne de guanaco en Santa Cruz.

Vale recordar que para “tocar” un guanaco hoy se necesita hacer un censo, contabilizarlos y luego obtener un permiso para encerrarlos, hacer la esquila y, llegado el caso, enviarlos al frigorífico. Pero para eso tiene que funcionar todo un andamiaje.

Se requieren más personas que sepan cómo hacer un encierre, qué sepan extraer la fibra. Y, por otro lado, que haya frigoríficos que los reciban y puedan administrar el producto, así como consumidores que compren los cortes o los consuman en un restaurante. “Es imperioso que funcione toda la cadena”.

La intención es concientizar y poder ordenar “el desorden” que produce la silvestría

“Lo peor es que todavía somos pocos los que metemos guanacos en los corrales”, dicen “Cachito” y sus socios vinculados al negocio del hilado. Lo ideal sería poder sumar un campo de acopio, un corral con alimento y agua para poder ordenar el desorden de la silvestría, porque encerrar guanacos es totalmente distinto a hacerlo con ovinos: el día y la noche”, dicen.

Concurso gastronómico

Para convocar a las personas a involucrarse como protagonistas en este redescubrimiento del guanaco en toda su dimensión, los organizadores de la fiesta provincial propusieron un concurso gastronómico con platos fríos y calientes. “Gastronómicamente fue un impulso importante, porque hasta gente de El Calafate se contactó; también por la fibra hubo y hay interés, y es realmente esto algo nuevo, porque así como te dije que acá están acostumbrados a la carne, no están tan acostumbrados a aprovechar la fibra, que es un gran negocio”, contó Reinsch.

El consumo de carne de guanaco es una “tradición” en Gobernador Gregores.

Durante el evento se pudo degustar: carpaccio de guanaco, ceviche, empanadas, milanesas, agnolotis, sorrentinos. Como plato frío ganó un escabeche elaborado por Carmen “Chichi” Arzest y como plato caliente, ganaron unos sorrentinos hechos por Fabián Galantes. En tanto que Natalia Grazano recibió una mención especial por el sándwich de guanaco a la cerveza roja.

Ceviche de guanaco.

Quienes están en el tema dicen que hay compradores de carne de guanaco en Estados Unidos y China, “esto son negociaciones concretas”. También tiene lo suyo la fibra: “Es de una finura similar a la de la vicuña de 12-13 micrones, que es la más fina del mundo”, contó Reinsch.

¿Ganadería integrada?

Encerrar los guanacos dentro del corral constituye el comienzo de la cadena. Pero antes y después de eso hay que hacer varias cosas bien.
El guanaco es el candidato natural a ocupar el segundo puesto en el ranking del lujo sustentable, después de la vicuña, por precio y calidad”, dicen desde la industria textil. Dentro de los parámetros medibles, reúne finura, aislación térmica, absorción de la humedad.

Desde lo subjetivo, tiene escasez (porque si bien hay miles de ejemplares, su aprovechamiento está controlado y más del 90% de los guanacos del mundo está en Argentina) y excentricidad, porque estar en la Patagonia, que para el mundo es un paraíso natural, es una ventaja.

Más del 90% de la población de guanacos del mundo está en Argentina

Algunos ya imaginan una combinación ovejas-guanacos en lo que sería una integración ganadera. Esto, sumado a un manejo racional permitiendo la regeneración de pastizales naturales, podría configurar un hábitat certificable y que a partir de allí se puedan emitir bonos de carbono. A eso, sumarle forestación. Un negocio redondo.

Amigarse con el guanaco.

Es cierto que a lo largo de la historia el aprovechamiento del guanaco está lleno de fracasos. Y bien dice el dicho: “El que se quema con leche, ve una vaca y llora”. El asunto es que hoy cada eslabón pueda entender que cada cual atiende su juego, pero el éxito depende de lo que hagan todos.

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