Los trabajadores del Hospital Regional Río Gallegos llevaron adelante una asamblea de base tutelada por la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

 

El debate interno entre el personal se acentuó desde marzo en búsqueda de mejorar sus condiciones laborales, que permitan a los esenciales obtener mayores garantías en la lucha que llevan adelante día a día contra la pandemia mundial.

 

Concluido el encuentro, el referente de aquella central obrera, Hugo Jerez, dialogó con el móvil de LU12 AM680 y adelantó que el lunes de la próxima semana marcharán a Casa de Gobierno buscando entregar una nota por escrito a la gobernadora Alicia Kirchner.

 

“Había salido un decreto provincial para aumentar al triple la guardia y horas extra, sólo alcanzando unos sectores. El decreto anterior y el de ahora son lo mismo”, expresó el dirigente, y precisó que la demanda es que “se reconozca a todos los trabajadores que están abocados a prestar un servicio esencial en medio de la pandemia”.

 

Estos puntos fueron expuestos por las autoridades del Ministerio de Salud la semana pasada, al realizar una conferencia de prensa con los medios de comunicación de la zona sur de la provincia. “El decreto sólo contempla determinados sectores muy puntuales. Se cambia la metodología para pagar las guardias”, puntualizó.

Tratamiento

En otro orden, Jerez dijo que la asamblea también se mostró a favor de la implementación del ibuprofeno inhalado como tratamiento compasivo, un tema que se ha debatido de manera intensa en los últimos meses.

 

Sin embargo, provincia explicó en diferentes oportunidades que hasta que la medicación no sea autorizada a usar en pacientes con coronavirus por ANMAT, no recomendará aplicarla.

 

El escenario por el que transita uno de los dos hospitales de peso de la salud pública no es sencillo. De hecho, la jefa de la Unidad de Terapia Intensiva había presentado su renuncia originando una cadena entre los trabajadores en idéntico sentido. Aseguraron que la realidad “se ha desbordado” y que no es posible continuar cubriendo las guardias de manera permanente, que los ha colocado en un agotamiento que no les permite cumplir con eficacia su labor.

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