Con el avance del plan de vacunación contra el COVID-19 en Argentina, el final de la pandemia parece estar cada vez más cerca. No obstante, este virus no sólo golpeó en la salud de la población, sino que vino a profundizar la delicada realidad socio-económica que venía atravesando el país.

 

En este marco, los hogares en situación de vulnerabilidad fueron los que se llevaron el mayor impacto en este tiempo. Por esta razón, las organizaciones sociales tomaron un rol fundamental en la tarea de paliar las necesidades de estas familias.

Alrededor de 90 niños participan de las distintas actividades del merendero. FOTO: CORTESÍA VIVIANA GONZÁLEZ

Este es el caso del Merendero “Infancia Feliz” de Puerto San Julián, que desde 2019 viene acompañando a los niños y niñas de esa localidad a través de diversas actividades.

Compromiso social

La referente del merendero, Viviana González, dialogó con LU12 AM680 y comentó cómo fueron los orígenes de la iniciativa.

 

La Asociación brinda almuerzos solidarios para un promedio de 35 niños y 10 adultos

“Iniciamos con las meriendas en 2019 como una propuesta del espacio político Todos Somos Pueblo. Cuando inició la campaña el merendero era sustentado por los integrantes del espacio. Pero no quedó solamente en el trabajo de campaña, se siguió trabajando y nos conformamos como asociación civil con personería jurídica provincial”, relató.

 

El advenimiento de la pandemia complicó aún más la situación de mucha gente y afectó el normal funcionamiento del merendero. “Los niños no podían venir presencialmente, así que empezamos a entregar bolsones de alimento y repartiendo las meriendas a alrededor de 50 familias”, comentó Viviana.

 

Reparten alrededor de 70 meriendas diarias para los niños y niñas de Puerto San Julián

 

Pese a las restricciones, “Infancia Feliz” nunca paró, ni siquiera en el momento más duro de la pandemia en San Julián. El grupo de trabajo es de alrededor de 15 personas y todo el equipo trabaja completamente ad honorem.

 

“Fue una época difícil porque había mucha gente que no podía trabajar. Por eso nunca paramos, era salir, entregar y ayudar a la gente más vulnerable. En ese momento estuvo muy complicado”, remarcó.

Reapertura

La mejoría del panorama epidemiológico en Santa Cruz permitió la vuelta a la presencialidad en el merendero bajo estrictos protocolos sanitarios. Además, este año sumaron almuerzos solidarios de lunes a viernes con una importante afluencia de gente.

La asociación tiene un ropero comunitario a disposición de los vecinos. FOTO: CORTESÍA VIVIANA GONZÁLEZ

“El promedio generalmente es de 35 niños y 10 adultos para los almuerzos. Además, hacemos alrededor de 70 meriendas diarias. Para evitar aglomeración en el salón dividimos las comidas en turnos”, detalló Viviana.

 

En esa línea, la referente del merendero señaló su preocupación por la delicada realidad que viven muchos sanjulienenses. “Tenemos familias que vienen los padres y niños a almorzar. Tenemos casos de personas que no llegan a fin de mes, entonces quizá les alcanza para 20 días y cuando no tienen vienen a almorzar”, aseguró.

 

Tenemos familias que vienen padres y niños a almorzar porque no llegan a fin de mes

 

A pesar del adverso escenario, desde la Asociación impulsan distintas iniciativas para la comunidad como talleres de costura y apoyo escolar. Además, tienen un gran ropero comunitario destinado a quienes más lo necesiten.

Más que una promesa

A dos años del comienzo de este proyecto, el merendero se sostiene gracias al aporte de sus socios y a la ayuda de comercios y empresas. “Todo nuestro espacio político también ayuda a que esto continúe y que no haya quedado sólo en una promesa”, aseveró Viviana.

 

Sin embargo, el mayor insumo es sin lugar a dudas la incansable labor de los y las voluntarias que hacen que “Infancia Feliz” siga adelante. “Las chicas son realmente solidarias, yo siempre admiro su corazón, su capacidad de estar ahí al pie del cañón para cada situación”, sostuvo.

 

Por último, González resaltó el cuidado de las medidas de bioseguridad en el merendero. “Gracias a Dios no tuvimos ningún contagio desde que abrimos nuevamente. Obviamente, es porque seguimos cumpliendo los protocolos como debe ser”, concluyó.

 

 

 

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