“No nos pensamos mover, toda la vida vivimos acá”, fueron las palabras de un desaforado vecino que este martes se “atrincheró” en su casa, luego de que la Justicia fallara en su contra y ordenara que se retirara del inmueble.

El hombre llamó a los medios de comunicación ante el inminente desalojo. Mucha tensión, desconcierto y preocupación. Los vecinos miraban asombrados mientras el arrebatado hombre se negaba a abandonar su casa -ubicada a metros de la laguna María la Gorda- y a los gritos marcaba su postura acompañado por dos de sus hijos y una mujer más, quienes “usurparon el domicilio” pese a lo resuelto por el Juzgado de Familia.

Para el juez Antonio Andrade, la titularidad de la casa no estaba en discusión.

El involucrado es de apellido Maidana, cuenta con una licencia de taxis y algunas propiedades. Está acusado de haber ejercido violencia económica, verbal, psicológica y física contra quien es ahora su ex pareja y madre de tres de sus hijos menores de edad, razón por la cual el juez Antonio Andrade ordenó la medida.

No sólo es reconocido por sus propios hijos como un violento, sino que tiene una causa por abuso sexual, de la que este diario no va ahondar en más detalles para no revictimizar a la sobreviviente. Él, por 12 años, vivía con su esposa con la que tuvo tres hijos (dos varones y una nena), además de criar a una cuarta menor que era de una relación anterior de la mujer, todos menores.

Además, el taxista tiene dos hijos ya mayores, de 25 y 27 años, también de otras relaciones del pasado.

El 11 de septiembre, el Juzgado de Familia, a cargo de Antonio Andrade, ordenó la exclusión del hogar de Maidana por violencia doméstica.

Se “atrincheró” en su casa, luego de que la Justicia fallara en su contra y ordenara que se retirara del inmueble

El hombre -lejos de aceptar tal resolución- se metió en la morada de la calle Ibón Noya y José Crema con sus dos hijos mayores de edad, y con amparo de su abogado Jorge Trevotich, dejando al resto de la familia en la calle.

No vamos a entregar la vivienda, acá se crecieron mis hijos”, dijo un Maidana desaforado a los micrófonos de los medios -entre ellos el de La Opinión Austral– desde el portal del domicilio que, según se pudo saber, se encuentra a su nombre.

Por su lado, Trevotich aseguró que “él (por Maidana) es el propietario, mediante el juzgado, la exmujer se quiere apoderar de la casa, tenemos las escrituras que datan desde el 94”, aseguró el letrado. “Mi cliente se había separado. Él y sus hijos mayores son los propietarios de la vivienda. (Andrade) Tiene que volver a la Escuela de Derecho”, apuntó, criticando duramente al juez.

Lo cierto es que Trevotich no estaría al tanto de lo expuesto por el juez de Familia en su resolución.

La Opinión Austral tuvo acceso al fallo en el que Andrade explica que: “No se discute aquí la titularidad del bien (el domicilio en cuestión), puesto no es algo que la víctima reclame en este momento, sino lo relativo al uso de la misma”.

En horas de la noche de este martes, Infantería desalojó la morada para que la madre y los hijos retornaran.

Adviértase que los niños usufructuaban la vivienda junto a su madre, conviviendo desde hace 12 años. Insisto, no se trata de una situación dominial”, firmó el magistrado, es decir que la titularidad de la casa debe pasar por el Juzgado Civil, en caso que la mujer quiera requerir eso, pero -en esta instancia, de manera cautelar- entendiendo que hay menores, la mujer debe quedarse en la morada.

Ante la situación de la jornada de este martes, el juzgado ordenó que la casa fuera desalojada por las fuerzas de seguridad y que la víctima ya sus hijos retornaran a la misma.

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