Personal policial intervino el viernes de madrugada en un episodio de violencia intrafamiliar en el barrio Belgrano de Río Gallegos.

Según pudo conocer La Opinión Austral, el hecho se registró alrededor de las 05:30 horas en un inmueble ubicado en calle Ayohuma al 100, muy cerca de la cancha de fútbol “Enrique Pino”, sede de los mejores partidos del fútbol barrial. Hoy, parados por el coronavirus.

La propietaria de la casa fue quien llamó a la Policía luego de que su hijo intentara agredirla físicamente.

De acuerdo a las fuentes consultadas por este medio, el joven (de 25 años) había salido esa noche y regresó alcoholizado a su casa.

Fue personal de la Comisaría Cuarta el que actuó. Al llegar al lugar y entrevistarse con la mujer, esta les manifestó que su hijo llegó en estado de ebriedad y comenzó a ocasionar molestias en la casa, mientras todos dormían.

Ella se levantó y le recriminó su actitud. Ante esto, fue amenazada por su propio hijo. Le dijo que la golpearía.

La mujer, asustada, llamó al 101 (Comando Radioeléctrico) desde donde comunicaron lo sucedido a la Seccional de jurisdicción.

El joven fue demorado por las autoridades y conducido a la comisaría. Por disposición del Juzgado de Instrucción N° 2, a cargo de la Dra. Valeria López Lestón y con la firma de la secretaria, Dra. Gabriela Barrientos, el joven ingresó aprehendido.

Asimismo, luego de cumplir las seis horas en el calabozo, el hombre fijó domicilio y recuperó su libertad.

Fuentes policiales consultadas por este medio señalaron que a la madre se le recibió una declaración testimonial de los hechos ocurridos en la casa, donde ambos conviven.

Asimismo, se remarcó que intervino la Oficina de Violencia Doméstica, “quienes evalúan el riesgo de la víctima y pueden determinar medidas de protección para evitar eventuales situaciones posteriores a este episodio”.

Aparentemente sería la primera vez que el joven y su madre protagonizan un episodio de violencia doméstica de estas características.

La mujer no resultó con ningún tipo de lesión, aunque sí estuvo visiblemente afectada por el mal momento que le tocó vivir. Su hijo había salido a beber -se presume que con amigos- y regresó alcoholizado y muy violento. Le dijeron que se calmara y profirió amenazas.

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