A cuatro meses de la desaparición de Marcela López, sus hijas no encuentran consuelo y están determinadas a encontrar respuestas.

Sin embargo, su abogado patrocinante, Jorge Trevotich parece haber entrado en un callejón sin salida, a partir de la elaboración de una teoría que en las últimas horas sufrió un duro revés.

Es porque el juez federal de Río Gallegos, Claudio Vázquez, que el 2 de septiembre recibió la denuncia de Trevotich para que se investigue un supuesto secuestro extorsivo del que habría sido parte Marcela, entendió que no había ninguna prueba para sostener semejante idea.

Luego de varios meses de investigación a cargo de la jueza Valeria López Lestón, en el Juzgado de Instrucción 2, Trevotich se presentó en la Justicia Federal con la idea de que se avance sobre los audios que obtuvieron las hijas de Marcela en diferentes conversaciones con la expareja de su madre, José Balado.

En ese material, Balado introduce la idea de que a Marcela la hicieron “desaparecer” porque “sabía mucho” de los movimientos políticos, ya que el sobrino de Balado, según refiere, tiene vínculos con la familia Kirchner.

Lo que no dice la presentación de Trevotich, es que en el mes de mayo, el cuerpo pericial de psicólogos dejó asentado en el expediente que Balado tenía un padecimiento mental y le advertían a la jueza Lestón que no lo tuviera en cuenta como testigo.

Los audios y la denuncia de Trevotich coparon los medios porteños, que intensificaron la exposición del caso cuando el abogado dijo haber visto dólares termosellados en la casa de Balado.

A esa información, que guardó celosamente durante semanas, nunca se la transmitió a la jueza, y sólo la hizo saber en una conferencia de prensa afuera del Juzgado Federal donde intentó conectar al secuestro con los supuestos dólares.

Tras cartón, teniendo en cuenta la gravedad del asunto, el Poder Judicial emitió un comunicado donde informó que jamás la querella informó ni del hallazgo ni aportó ningún indicio de un supuesto secuestro extorsivo, por el cual, además, no hay registro de que se pidiera rescate.

La decisión de Vázquez se dio en sintonía con el análisis del fiscal federal Julio Zárate, que tampoco encontró ningún elemento para sostener el secuestro.

Durante la investigación, las hijas de Marcela contrataron al adiestrador de canes Marcos Herrero, quien produjo hallazgos en la vivienda de Balado, como huesos humanos, algo difícil de asimilar para la Policía de Santa Cruz, que ya había intensamente rastrillado la zona.

Las hijas de Marcela contrataron al adiestrador de canes Marcos Herrero

Fue también Herrero quien la noche del 11 de agosto ingresó sin permiso de la Justicia en la casa de un inquilino de Balado y aseguró que “dentro de cajas de archivos que estaban apiladas había una que estaba abierta con dólares termosellados”.

La única prueba de eso es la filmación posterior, esa misma noche, del inquilino de Balado saliendo con cajas que carga en un coche al que persiguen sin dejar de filmar con el celular.

Ese material, más la exposición de la persona que dejaba la casa por miedo a quedar envuelto en el caso de la mujer desaparecida, hizo que el inquilino denunciara penalmente a Trevotich por hostigamiento.

En paralelo, el abogado que cuenta con al menos tres presentaciones de colegas suyos ante el Tribunal Superior de Justicia por comportamiento irregular en diferentes causas, todavía no hizo declaraciones en torno a la decisión del fuero federal que, es de esperarse, no tenga el mismo impacto que tuvo la historia de dólares termosellados y secuestros políticos en tierra santacruceña, en la antesala de una elección de medio término.

Por otro lado, La Opinión Austral pudo saber que en los estrados federales podría abrirse una investigación sobre el contexto de estos hechos.

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