El 18 de marzo de 1957, se registró en Río Gallegos una de las fugas más legendarias de la historia argentina. Jorge Antonio, Héctor Cámpora, Guillermo Patricio Kelly, John William Cooke, José Espejo y Pedro Gomis lograron fugarse de la Unidad Penitenciaria 15.

El plan no fue nada sencillo, hubo coimas, osadía y una idea que salió a la perfección: aprovecharon que gran parte de los guardiacárceles estaban en una fiesta en la Casa España, ubicada en la ahora llamada avenida Néstor Kirchner. Amenazaron con un arma al único celador que estaba y escaparon a Punta Arenas.

63 años después, las personas privadas de su libertad continúan con sus intentos de sortear todos los obstáculos posibles, para que el cielo deje de ser cielo raso, pese a que todavía no cumplieron con las condenas que les impusieron los jueces.

De acuerdo a un relevamiento realizado por La Opinión Austral, desde marzo del año pasado hasta el día de hoy, se registraron nueve fugas en toda Santa Cruz. Cinco se realizaron en Río Gallegos, mientras que las restantes tuvieron lugar en el interior de la provincia.

Aunque casi todos fueron recapturados, el paradero de dos de ellos continúa siendo un misterio. Uno de ellos es Gustavo “El Paisa” Durán, que se escapó de la Comisaría Segunda de Las Heras en Año Nuevo y su amigo Daniel Zarzosa, que se fugó de la Seccional Segunda pero de Puerto San Julián, hace unos días.

Ahora bien, ¿por qué sucede este fenómeno?

Desde el comienzo de la pandemia, las personas privadas de su libertad han reclamado por la superpoblación carcelaria, entre otras protestas que han derivado en hábeas corpus que fueron desoídas.

Tal como lo informó La Opinión Austral, en mayo del año pasado, diecisiete presos de la Alcaidía N°1 de Río Gallegos pidieron la prisión domiciliaria debido a que no se cumplen las medidas de bioseguridad en la cárcel ubicada en la avenida Kirchner.

El hábeas corpus -además- contemplaba que los internos puedan salir en libertad para descomprimir los pabellones.

En esa oportunidad, el ahora evasor de la Justicia, “Paisa” Durán se había expedido sobre la situación. “Así como pasa en Gallegos, pasa en toda la provincia, los chicos de Puerto Santa Cruz son trece cuando tiene capacidad para siete”, había denunciado.

 

En mayo, el comisario Víctor Ramos dijo que no hay superpoblación en las cárceles

Días después, las autoridades judiciales y del Servicio Penitenciario Provincial se reunieron. El titular de este último ente, comisario Víctor Ramos, indicó que no existe la superpoblación en las prisiones de Santa Cruz y finalmente, los jueces Jorge Yance y Joaquín Cabral, desoyeron los reclamos de los convictos.

 

Daniel Zarzosa, uno de los que todavía está prófugo de la Justicia.

Otro ribete de la situación es el accionar de quienes deberían velar por las decisiones judiciales: los penitenciarios. En diciembre, uno de ellos fue sumariado debido a un caso de presunta extorsión. Al guardiacárcel le iniciaron acciones administrativas ya que un compañero lo acusó de estar a punto de recibir dinero de un procesado por homicidio, para que le permita salir de la prisión “por algunos días”.

 

Para Carlos Telleldín, las fugas son permitidas por los guardiacárceles por dinero

Carlos Telleldín, abogado del detenido que aseguró: “Es más común de lo que uno cree. No solo en Santa Cruz, sino en todo el país. Se debe a los bajos salarios que tienen los guardiacárceles que hace que caigan en la corrupción. Pero en este caso mi defendido no tuvo nada que ver, le inventaron esa causa porque saben que tiene dinero”, indicó.

Mientras, el fenómeno continúa ocurriendo y los presos se siguen escapando.

 

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