Pablo Grasso se preparó 20 años para ser intendente de Río Gallegos. Cuando finalmente lo logró, desde los primeros meses de su gestión enfrentó desafíos que no hubiera imaginado. Aquella madrugada del 28 de octubre, cuando la militancia cantaba “se siente, se siente, Grasso intendente”, no estaba en sus planes un comienzo de gestión signado por la emergencia mundial por coronavirus, la muerte de un militante a causa de esta enfermedad y su propio contagio; pero además- , la denuncia a Maldonado, el conflicto con Maxia, y las peleas constantes con la oposición.

21 DE DICIEMBRE

De entrada tuvo su primer conflicto. No había terminado de acomodarse, cuando se le plantaron los choferes de la UTA; impulsó una nueva tarifaria en Navidad, pero en Reyes debió retroceder con la tasa vial; luego vino el coronavirus; la estrepitosa caída de la recaudación, y la lucha por la ubicación del Centro de Monitoreo. Aún así, logró tejer una relación con el empleado municipal, al que se lo ve más comprometido con la tarea que en administraciones anteriores.

 

“Río Gallegos es la ciudad que mejor cumple la cuarentena”, dijo a mediados de abril.

 

También encaró un plan de acción con la presentación de obras y operativos para toda la ciudad. Un resumen de estos nueve meses: del sueño a la realidad.

Entre Navidad y Reyes

El manual de la política dice que las decisiones más importantes hay que tomarlas en los primeros tres meses de gobierno, porque es el “período de gracia” que suele darle la gente a quien recién asume una responsabilidad pública.

24 DE DICIEMBRE

Sin embargo, no habían pasado ni veinte días y Grasso estaba empantanado en una de sus primeras medidas para tratar de ensanchar las cuentas del municipio que heredó con un fuerte déficit. “En las cuentas generales quedaron $ 1.800.000 y en los próximos 10 días se deben recaudar “$ 206 millones” para el salario, había dicho.

 

Impulsó una tasa vial estableciendo un cobro de 3% a la carga de combustibles.

Para esa meta, impulsó la implementación de una tasa vial que establecía un cobro del 3% a la carga de combustibles. El intendente aclaró en una entrevista a La Opinión Austral– que lo tenían que pagar las estaciones de servicio, pero lo cierto es que la gente evaluó que éstas lo iban a transferir a los consumidores cuando despacharan el combustible.
Luego de una reunión con el diputado nacional Máximo Kirchner y el ministro de Gobierno Leandro Zuliani, el jefe comunal dio marcha atrás y en el paquete tarifario no incluyó el impuesto vial, que había sido muy cuestionado por el oficialismo cuando el intendente de Cambiemos José María Carambia lo quiso aplicar a principios de 2019.

5 DE ENERO

En esos primeros días, Grasso se propuso modificar el Código Fiscal Municipal, la Tarifaria Municipal y la Ordenanza 8708. El objetivo fue actualizar la cantidad de módulos que pagaban los grandes contribuyentes para mejorar los ingresos del municipio, en un contexto donde sólo el 35 % de los contribuyentes cumple con sus obligaciones.
Grasso indicó a LOA que para su gestión es primordial “acomodar la Tarifaria e impuestos” apuntando a los grandes contribuyentes “como los tanques de YPF, regulación de la limpieza en los supermercados, ingreso de los camiones a la ciudad, hora de estacionamiento medido, transporte de alimentos”, casa de juegos electrónicos, restaurantes, entre otros.

11 DE ENERO

Verano a pié

Pero si algo se puede resumir de sus nueve meses de gestión, es que Grasso no la tuvo fácil desde un principio. Un puñado de días después de hacerse cargo de la Municipalidad, trabajadores de la empresa de colectivos Maxia -que realiza el transporte urbano de pasajeros en Río Gallegos-, afiliados de la UTA, hicieron un reclamo y hasta acamparon frente al Municipio por atraso de los sueldos.
El intendente Grasso acusó a la dirigencia del gremio UTA de llevar adelante una “medida política” y se quejó que no pudo recaudar. “A las medidas políticas, respuestas políticas. Quiero defender las fuentes laborales, pero no sé qué ganan haciendo este tipo de acciones”, se despachó por LU12 AM680.

El conflicto con Maxia SRL duró los primeros 6 meses del año. “No queremos que nos curren”, dijo el 11 de enero en conferencia de prensa. Por entonces, ya había comenzado a revisar el contrato, mientras la UTA seguía de paro reclamando los salarios adeudados. Grasso anticipó que iba a discutir la deuda de 10 millones de pesos que reclamaba Maxia y denunció que la empresa buscaba facturar kilómetros que no recorría.

No había terminado de acomodarse, cuando tuvo su primer conflicto con los choferes.

 

En ese tire y afloje y con el servicio discontinuo llegó hasta mediados de año. El 24 de julio anunció que llamaría a licitación para el transporte público, luego de que Maxia apelara la medida para que el Municipio se haga cargo del servicio.

11 DE MARZO

“El primer día fuimos a cumplir la orden que nos dio el juez (Marcelo) Bersaneli para tomar posesión, pero nos escondieron la llave. Yo lo pido por la gente que no puede viajar en colectivo y por los trabajadores de la empresa, les pido sentido común, nada más, no estamos pidiendo nada descabellado”, reclamó. El tema Maxia aún sigue sin resolverse y los usuarios no tienen transporte.

Otoño de pandemia

Y en marzo, cuando parecía que definitivamente arrancaba la gestión en su etapa más proactiva, comenzaron las medidas por la pandemia de Covid 19. Alicia Kirchner firmó el 17 de marzo el decreto N° 286/20 dispensando a los estatales de ir a trabajar hasta el 31 de marzo. Luego, se prorrogó dos semanas más.
Por entonces, Grasso declaraba: “Río Gallegos es la ciudad que mejor cumple la cuarentena”. A finales del mes de abril, presentaba sus propuestas a la provincia por una apertura gradual. En las primeras semanas de aislamiento se notaron algunas diferencias en cómo aplicar las medidas, con el Ministerio de Salud.

2 DE JUNIO

Una de ellas fue el pedido que hizo el Municipio para que los santacruceños/as que regresaran a la ciudad realizaran el aislamiento en hoteles, para evitar la propagación del virus si estos no cumplían con la prohibición de salir de sus viviendas. Salud nunca compartió la medida y hubo algunas rispideces con funcionarios de segunda línea.
Debe decirse también que la modalidad de circulación propuesta por el Departamento Ejecutivo Municipal fue acertada. La autorización para circular por el número de DNI, incluso para hacer las compras en los supermercados, y hasta un horario diferente para los adultos mayores, redujo considerablemente la presencia de personas en la calle durante esas primeras semanas.

Cuando parecía que definitivamente arrancaba la gestión en su etapa más proactiva, comenzaron las medidas por la pandemia de Covid 19

En más de una ocasión, el intendente quedó enmarañado entre las presiones de los sectores comerciales y económicos de la ciudad, y las medidas de las autoridades sanitarias de la provincia, en la medida en la que se iban tomando decisiones por la situación epidemiológica de la ciudad.
“El incumplimiento de la cuarentena tiene que tener un castigo penal con respecto a las obligaciones como ciudadano, ya con anterioridad las personas que vienen repatriadas y que vienen de lugares con alta circulación del virus firman una declaración jurada de sus obligaciones en tiempo de aislamiento, a muchos estas medidas no les agradan, pero son para el cuidado de todos”, expresó por el mes de junio.

6 DE JUNIO

Pero el coronavirus también lo tendría como protagonista. El 19 de agosto sería diagnosticado como positivo y 12 días después fue internado. “Les quiero decir a los vecinos que mi resultado para el hisopado de COVID es positivo, me encuentro bien y les quiero pedir que sigamos reforzando las medidas, cuidémonos más que nunca, cuidemos nuestras familias y sé que entre todos vamos a salir adelante, gracias a todos por el apoyo y las muestras de cariño”, manifestó.
Grasso la pasó muy mal, estuvo varios días seguidos con fiebre y debió recibir oxígeno durante gran parte de su internación. El 4 de septiembre fue dado de alta y dejó un mensaje: “No hay que perder el objetivo de seguir cuidándonos y combatir esta pandemia”.

27 DE JUNIO

Mazazo en invierno

El Caso Maldonado fue otro hito en estos primeros nueve meses del intendente. Si bien no está directamente relacionado a su gestión, nadie puede desconocer que el exconcejal acusado de abuso de menores llegó por su espacio político, tanto, que fue elegido presidente del Concejo Deliberante.

 

El Caso Maldonado fue otro de los hitos en los nueve meses de gobierno.

La primera denuncia fue de la mamá de una nena de nueve años, a quien Maldonado habría abusado en reiteradas oportunidades durante 2019 y el inicio del 2020. El segundo caso denunciado viene de un hecho ocurrido en abril de 2018. La niña acompañó a su padrino a la casa que estaban cuidando en el barrio San Benito, y cuando la madre de éste se fue, la habría manoseado.

29 DE JUNIO

El concejal Emilio Maldonado presentó su renuncia un día antes de la sesión extraordinaria convocada para tratar su dimisión por pedido del intendente, Pablo Grasso. Luego, la renuncia fue votada por unanimidad. Hasta la fecha, Grasso ha obviado hablar del tema, aunque quienes lo conocen sostienen que el tema lo impactó muchísimo.

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